Las fuerzas de seguridad de Sudán emplean gases lacrimógenos en una protesta en una mezquita de Jartum

Protestas en Jartum (Archivo)
REUTERS / MOHAMED NURELDIN ABDALLAH
Publicado: viernes, 8 febrero 2019 22:23

JARTUM, 8 Feb. (Reuters/EP) -

Las fuerzas de seguridad de Sudán han empleado gases lacrimógenos en los alrededores de una importante mezquita de la capital, Jartum, tras los rezos del viernes después de que un grupo de fieles intentara iniciar una marcha desde el lugar para protestar contra el presidente, Omar Hasán al Bashir.

El incidente ha tenido lugar cerca de la mezquita Al Sayed Abd al Rahman al Mahdi, una de las más destacadas de la ciudad, en el marco de las protestas que se suceden desde hace semanas contra el mandatario.

El Partido Umma, liderado por el ex primer ministro Sadiq al Mahdi, ha dicho que las fuerzas sudanesas han empleado los gases lacrimógenos de forma "extensa" y que han alcanzado el patio de la mezquita.

Así, ha acusado a las fuerzas de seguridad de "disparar (gases lacrimógenos) contra la mezquita y el vehículo de Al Mahdi, agredir a fieles, sacar armas y cercar la mezquita", al tiempo que ha dicho que varias personas han resultado heridas.

Por otra parte, cientos de personas han marchado en la ciudad de Jashm al Qirba, donde residía un profesor que murió la semana bajo custodia tras ser arrestado durante una protesta.

Las movilizaciones comenzaron el 19 de diciembre en respuesta a la crisis económica, pero pronto la petición de dimisión de Al Bashir --que lleva 30 años en el poder-- se convirtió en la principal reivindicación, ya que le consideran responsable de los problemas del país.

Hasta el momento, las autoridades han contabilizado 26 muertos en el marco de las manifestaciones, incluidos dos policías. Grupos de Derechos Humanos estiman en al menos 40 los fallecidos durante estas protestas, las más importantes desde que Al Bashir llegó al poder en un golpe de Estado en 1989.

Al Bashir ha responsabilizado de las protestas a "agentes" extranjeros y ha retado a sus rivales a tratar de llegar al poder a través de las urnas. Asimismo, ha advertido de que no permitirá ninguna 'Primavera Árabe', en alusión a la ola de protestas que sacudió Oriente Próximo y el norte de África en 2011.

Sobre Al Bashir pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI) por genocidio y crímenes contra la Humanidad por los presuntos abusos cometidos en la provincia de Darfur. Hasta ahora se ha librado del procesamiento al evitar su detención viajando sólo a países aliados.

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