MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El borrador de reforma de la Constitución de Gibraltar que negocian el Gobierno británico y el Peñón desde diciembre de 2004 incluye dos referencias al derecho de autodeterminación, tanto en el preámbulo como en el primer artículo del texto.
En este sentido, las autoridades gibraltareñas propusieron a Londres un cambio en el preámbulo en el que se haga hincapié el hecho de que las modificaciones a la Constitución mediante un posterior referéndum local, es "un acto de autodeterminación" que permitiría el "máximo nivel posible de autogobierno" para el Peñón. Esta última expresión es la principal exigencia de Naciones Unidas para bendecir la descolonización de un territorio colonial.
En segundo lugar, el capítulo primero modificado subraya la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos, incluyendo la referencia de la Convención Internacional de Derechos Políticos y Sociales de la ONU que estipula que todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación.
Este convenio ha sido firmado y ratificado por España y Reino Unido, y además se menciona dentro de la Constitución de las Islas de las Malvinas, por lo que los gibraltareños reclaman a Londres el mismo derecho.
LA REFORMA SE INICIÓ EN 1999
La Asamblea local gibraltareña creó en 1999 una comisión específica para la reforma con cinco miembros, tres del Ejecutivo de Peter Caruana y dos de la oposición liberal-socialista. En febrero de 2002, la propia Asamblea aprobó por unanimidad la propuesta de reforma constitucional con las dos citadas referencias a la autodeterminación, aunque Caruana no la envió a Londres para su negociación hasta diciembre de 2003.
El siguiente paso por parte de la Roca fue la formación del Comité que negociaría con Londres la propuesta de reforma. En esta ocasión, fueron nueve los miembros elegidos --tres del Gobierno (entre ellos Caruana), dos de la oposición y cuatro personalidades de Gibraltar; de los que uno falleció recientemente--.
Dicho Comité ha mantenido dos reuniones desde entonces (en diciembre de 2004 y, la última, en septiembre de 2005) con los representantes del Gobierno británico encabezados por Dominick Chilcott, quien dirige igualmente la delegación de Londres en el Foro tripartito de Diálogo con España, en el que se discuten asuntos de interés común para la colonia y la región española del Campo de Gibraltar como el uso conjunto del aeropuerto, las pensiones de los ex trabajadores españoles o las telecomunicaciones del Peñón.
En ambas reuniones se constató que las cuestiones de modernización interna de Gibraltar no plantean problemas para Londres, pero sí aquellas de índole política como las citadas referencias a la autodeterminación. Por este motivo, Caruana viajó a finales de enero a Londres para abordar este asunto con el secretario del Foreign Office, Jack Straw, según recordó a Europa Press uno de los miembros del Comité negociador gibraltareño.
El ministro principal tiene previsto dar cuenta el próximo viernes al resto de miembros del Comité del contenido de esta entrevista con Straw y mantiene abierta la posibilidad de lograr un acuerdo en marzo o abril. Mientras que la oposición gibraltareña ha dejado claro que no aceptará una reforma de la Constitución que no acepte la descolonización del Peñón, el Ejecutivo de Caruana coloca al mismo nivel los beneficios de una modernización interna de la Administración local, un punto en el que España no tiene objeciones.