KABUL, 30 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Afganistán ha acusado a las fuerzas de Reino Unido y de Estados Unidos de encarcelar en secreto a ciudadanos afganos. Kabul asegura que un hombre ha permanecido encarcelado durante más de dos años, mientras que otros han "desaparecido".
Washington podría convertirse en el principal afectado por las acusaciones de Kabul, ya que Estados Unidos busca un acuerdo de seguridad con Afganistán que le permita mantener algunas unidades en el país con fines antiterroristas y de entrenamiento militar. El pacto debe ser firmado por el presidente, aunque Hamid Karzari se ha negado, de momento, a ratificarlo a la espera del traspaso de poder.
Las acusaciones, presentadas en un documento del Estado al que ha tenido acceso Reuters, se han hecho con la intención de preparar a Afganistán para la llegada de un nuevo presidente más de doce años después de que las fuerzas norteamericanas derrocaran a los talibán.
Karzai formó un comité de verificación para investigar si fuerzas extranjeras seguían operando en las instalaciones de detención. Esto supone una quebrantamiento del acuerdo que sostiene que los detenidos afganos deben pasar a disposición de las autoridades del país antes de que pasen 96 horas de su captura.
El portavoz de Karzai, Aimal Faizi, ha denunciado que esto es una clara violación de la soberanía de Afganistán" y que los extranjeros "no tienen derecho a detener a los afganos en su propio país". Por su parte, las autoridades estadounidenses han asegurado que el Gobierno de Afganistán está al corriente de estos lugares, que definen como cárceles en las que los sospechosos son retenidos antes de que pasen a disposición del Gobierno afgano.
Las tropas norteamericanas han capturado a cientos de insurgentes sospechosos desde que invadieron Afganistán tras los atentados del 11-S en 2001. Las fuerzas de coalición de la OTAN han confirmado en un comunicado que esperan recibir un informe de las autoridades de la comisión "para entender mejor las acusaciones y las conclusiones". Todas las instalaciones utilizadas por las fuerzas de coalición operan en concordancia con los estándares internacionales que son seguidas de manera habitual por el Comité Internacional de la Cruz Rojas, ha alegado la OTAN.
AFGANISTÁN DESCONFÍA DE SUS ALIADOS
El informe ha detallado el descubrimiento de siete puestos de detención. Los miembros del comité también han asegurado que veintitrés afganos permanecían encarcelados en dos bases de la coalición en las provincias de Kandahar y Helmand, en el sur del país.
Faizi ha mostrado su preocupación por el bienestar de algunos reclusos que simplemente "desaparecieron". El portavoz también ha reconocido que "debería haber un registro de lo que les ha ocurrido. Todo esto es muy sospechoso".
El documento elaborado por el comité detalla los nombres y otras informaciones de los seis prisioneros en las instalaciones de las fuerzas británicas y estadounidenses en Kandahar y de otros diecisiete en el bastión británico de Helmand. En este informe se puede leer que "ninguno de los diecisiete presos estuvo menos de un mes. Un detenido llamado Noor Ahmad ha estado allí durante 31 meses".
El Gobierno de Karzai ha mostrado en varias ocasiones su rechazo ante la injerencia extranjera. En concreto, se quejan del encarcelamiento de ciudadanos afganos con acusaciones infundadas y sin el procedimiento judicial adecuado. El año pasado el Gobierno de Afganistán logró hacerse con la competencia sobre sus prisiones tras una larga disputa con los aliados.
Desde entonces, el Gobierno ha liberado a cientos de presos. Sin embargo, tanto las autoridades norteamericanas como los aliados de la OTAN han asegurado que varios de los liberados este año suponen una amenaza para la seguridad y que deberían ser investigados. Por su parte, los dos candidatos afganos con más posibilidades de pasar a la segunda vuelta de las elecciones han asegurado que van a ratificar el pacto con Estados Unidos.
