El gobierno afgano califica de "revés" la fuga masiva de talibanes de una importante prisión

Policía Afgana De Patrulla Por Kandahar
REUTERS
Actualizado: lunes, 25 abril 2011 22:42


KANDAHAR (AFGANISTÁN), 25 Abr. (Reuters/EP) -

El gobernador de Kandahar, Tooryalai Wesa, ha elevado este lunes el número de prisioneros huidos de una prisión de esta provincia del sur del país a 488, de los cuales trece eran criminales comunes y el resto insurgentes talibán. Sólo 26 fugados han sido capturados y dos han muerto en un tiroteo con las fuerzas de seguridad afganas.

El Gobierno afgano ha reconocido este lunes que la fuga de cientos de reclusos de una prisión de Kandahar, obra presuntamente de los talibán, es un "revés" que pone de manifiesto su "debilidad" y ha ordenado una investigación de lo sucedido.

Waheed Omer, portavoz del presidente afgano, Hamid Karzai, ha subrayado que el incidente, en el que al parecer se han fugado numerosos comandantes talibán, "es un revés".

"Esto es algo que no debería haber sucedido (...) estamos tratando de averiguar (...) qué ocurrió exactamente y qué se hace para compensar por el desastre que ocurrió en la prisión", ha aclarado en rueda de prensa. La fuga "demuestra una gran vulnerabilidad en el Gobierno afgano", ha admitido el portavoz.

El gobernador de Kandahar --provincia en la que surgieron los talibán-- ha indicado a Reuters que los prisioneros se escaparon debido a la negligencia de las fuerzas de seguridad afganas en la principal prisión provincial. Según Wesa, el inicio del túnel ha sido localizado en una casa cercana a la cárcel.

El general Ghulam Dastgir, gobernador de la prisión, ha explicado que los presos se escaparon mediante un túnel, que los insurgentes llenaron a continuación de explosivos.

La entrada a dicho túnel se encontraba en una de las celdas y habría estado oculta por una alfombra. El acceso era un agujero que tenía varios metros de profundidad, lo suficiente como para que un hombre pudiera descender por él.

"Nadie consiguió escapar por la puerta principal, todo el mundo salió por el túnel. Los insurgentes trabajaron en él durante unos siete meses", según Dastgir. "Los talibán han colocado bombas dentro del túnel y es difícil investigar hasta que sean retirados los explosivos", ha añadido.

Un responsable extranjero en Kandahar ha asegurado que la huida se produjo "en varias oleadas en un período de tiempo cómodo para mover a tanta gente" y la ha calificado de "muy preocupante debido a la cercanía de la temporada de combates" con la insurgencia.

Al respecto, las autoridades han concluido que los presos huyeron durante cuatro horas y media por la noche, lo que significa que más de 100 presos por hora habrían escapado por el túnel.

LOS TALIBÁN REIVINDICAN LA FUGA

La prisión, considerada como una de las más seguras de Afganistán, se encuentra en las afueras de Kandahar. Los talibán han asegurado a través de un comunicado que en total 541 reclusos se escaparon por el túnel y posteriormente fueron trasladados en vehículos a lugares seguros.

"Los muyahidines comenzaron a cavar el túnel de 320 metros a la prisión desde la parte sur, que se completó tras cinco meses, rodeando puestos de control enemigos y la principal carretera Kandahar-Kabul que lleva directamente a la prisión", señala el comunicado talibán.

Según el grupo insurgente, el túnel fue completado a última hora del domingo y permitió la fuga de los reclusos durante un lapso de unas cuatro horas y media.

Waheed Mujhda, un analista residente en Kabul y experto en los talibán, considera imposible que los insurgentes hayan conseguido cavar un túnel y liberar a medio centenar de reclusos sin la colaboración de los guardias de la prisión.

En su opinión, los carceleros han sido "motivados financieramente y sobornados" o han actuado "políticamente motivados". El portavoz del Ministerio de Justicia, Farid Ahmad Najibi, también ha señalado que no se puede descartar que los guardias hayan ayudado en la fuga.

Esta no es la primera fuga masiva que sufren las cárceles afganas. En 2008, los talibán hicieron saltar por los aires la puerta de la prisión de Kandahar durante la noche, permitiendo que un millar de reclusos, entre ellos cientos de insurgentes, escaparan.

Días después de la fuga, los combatientes talibán tomaron varias localidades en distritos próximos a Kandahar y pusieron en riesgo la propia ciudad, lo que llevó al Gobierno a enviar mil soldados adicionales del norte como refuerzo. Cerca de cien talibán fueron abatidos durante los enfrentamientos que siguieron.