VIENA, 24 May. (Reuters/EP) -
El Gobierno de centro recién elegido en Austria ha prometido actuar sobre las peticiones de asilo de inmigrantes, tras el auge de la extrema derecha que han demostrado las elecciones presidenciales del pasado fin de semana.
Las urnas han dado una ajustada victoria al candidato ecologista Alexander Van der Bellen, que ha obtenido una ventaja de un uno por ciento frente al candidato del ultraderechista Partido de la Libertad, Norbert Hofer, quien ha estado a punto de convertirse en el primer dirigente europeo de extrema derecha.
Estas elecciones han evidenciado que, junto al auge de los partidos populistas y otros de extrema derecha en otros países, el modelo político de Europa se está poniendo en cuestión.
El nuevo canciller austriaco tras la dimisión de Werner Faymann por los malos resultados electorales en la primera vuelta, Christian Kern, ha declarado que "hay una cosa clara, estas elecciones han sido una reivindicación y hay que tomarla en serio".
Aun así, el canciller ha dejado claro que el aislamiento y el euro escepticismo no son una opción para Austria, un país que depende de las exportaciones, pero ha prometido que actuarán en cuestiones de seguridad y de asilo para los inmigrantes. "Es una ilusión pensar en el aislamiento y en que el tema de la inmigración desaparecerá", ha declarado Kern.
También ha declarado que otras prioridades serían el empleo y la cuestión de la burocracia estatal, además de reunirse con la oposición para buscar cooperación.
El descontento hacia los partidos tradicionales ha agitado Europa, provocando el auge del populismo en ambos lados del espectro ideológico. El caso de Austria no es menos, donde los socialdemócratas y el Partido Popular han gobernado durante las últimas décadas.
El nuevo Gobierno de coalición tiene que trabajar de manera eficaz hasta las elecciones parlamentarias de 2018 para evitar que un voto de castigo dé la victoria al Partido de la Libertad.