SOFÍA, 13 Jun. (Reuters/EP) -
La coalición gobernante en Bulgaria ha superado este viernes su quinta moción de censura desde que se hizo con el poder en 2013, aunque podría verse abocada a renunciar por los malos resultados obtenidos por el la formación que la lidera, el Partido Socialista, en las elecciones al Parlamento europeo de mayo.
La votación se ha convertido en el último capítulo de un prolongado periodo de inestabilidad política que vive Bulgaria, el país más pobre de la Unión Europea, lo que ha impedido que se puedan adoptar las medidas necesarias para hacer frente a la complicada situación económica por la que pasa el país.
El primer ministro búlgaro, Plamen Oresharski, ha superado la moción de censura al obtener 114 votos a favor de mantener la coalición gobernante, por los 109 obtenidos en contra, en una votación en la que parlamentarios de la oposición han pedido a Oresharski que dimita durante su comparecencia. Asimismo, el partido nacionalista Ataque se ha aliado con la oposición de centro-derecha después de haber apoyado al Gobierno durante el último año.
"El Ejecutivo está exhausto, no puede continuar gobernando" ha asegurado el líder del partido Ataque, Volen Siderov, antes de la votación.
DIMISIÓN DEL GOBIERNO
A pesar de ganar la votación, el Gobierno podría presentar su dimisión después de que el Partido Socialista hubiese escuchado las demandas de la formación con la que se ha aliado para formar la coalición, que representa a la comunidad turca de Bulgaria, y de la oposición, que reclama las segundas elecciones anticipadas en menos de un año.
El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, podría nombrar un Gobierno provisional hasta que se celebren los comicios. Varios analistas han señalado que el partido opositor GERB, de centro-derecha, podría resultar ganador si se celebrasen elecciones, aunque podría encontrarse con dificultades a la hora de encontrar aliados para formar una coalición.
El nuevo Ejecutivo tendría que decidir si apoya a Rusia en la construcción de un oleoducto que atraviese su territorio, o si por el contrario, hace caso a las amenazas de Estados Unidos y la Unión Europea para desestimar el proyecto, que podría cerrarse en un acuerdo de cerca de 3.500 millones de dólares (2.570 millones de euros). La construcción del oleoducto permitiría a Rusia exportar gas a Europa evitando pasar por Ucrania y estaría dirigida por el empresario Gennady Timochenko, sancionado por Estados Unidos después de la anexión de Crimea a Rusia.
