BISHKEK, 4 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Kirguistán pidió hoy al Parlamento que apruebe el cierre de la única base militar estadounidense en esta antigua república soviética, que sirve para el suministro de la coalición encabezada por Estados Unidos en Afganistán y de las fuerzas internacionales desplegadas en el país asiático.
La decisión, anunciada por el presidente kirguís tras una visita a Moscú, pone en una situación complicada al presidente estadounidense, Barack Obama, ya que prevé enviar tropas adicionales a Afganistán. Rusia se ha apresurado a decir que la decisión de Kirguistán no tiene nada que ver con la ayuda prometida por el presidente ruso, Dimitri Medvedev, y ha aclarado que permitirá que los sumistros de Estados Unidos pasen por su territorio.
La base de Manas es un importante punto de escala para las fuerzas estadounidenses y extranjeras desplegadas en Afganistán, tanto en el marco de la coalición Libertad Duradera, que lidera Washington, como de otros países aliados de Estados Unidos, entre ellos España.
Los analistas consideran que el gesto podría ser una señal para Obama de que Moscú quiere garantizar que se le consulte cualquier decisión diplomática en una región en la que ha tenido tradicionalmente influencia pero en la que Estados Unidos ha buscado en los últimos tiempos incrementar su presencia.
"Tengo la impresión de que Rusia quiere ofrecer un nuevo formato para la cooperación, en el que Rusia hablará en nombre de la región en los contactos con Estados Unidos", opinó el analista independiente Arkadi Dubnov, para quien lo que se estaría buscando es un "regateo".
El presidente kirguís, Kurmanbek Bakiyev, dijo que la base se cerrará tras asegurarse una importante ayuda financiera por parte de Moscú en su visita de ayer. El secretario del Consejo de Seguridad kirguís, Adajan Madumarov, explicó que el Ejército estadounidense tendrá 180 días para cerrar sus operaciones y abandonar la base una vez los dos países hayan intercambiado las notas formales diplomáticas expresando la intención.
El Gobierno kirguís ha remitido hoy al Parlamento un decreto sobre el cierre de Manas. Fuentes parlamentarias indicaron a Reuters que la Cámara iniciará pronto el debate del decreto y podría votar el cierre este mismo viernes. La aprobación parlamentaria es considerada como una formalidad, puesto que la Cámara está dominada por el partido pro presidencial Ak Zhol.
MOSCÚ NIEGA TENER ALGO QUE VER
Moscú quiso dejar claro que no existe ninguna relación entre el paquete de ayuda a Kirguistán de 2.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis económica --la cantidad equivale a casi la mitad del PIB del país-- y la decisión adoptada por Bishkek. "Fue una decisión soberana y muy bien meditada del dirigente kirguís", afirmó el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin.
El cierre de la única base militar estadounidense en Asia Central planteará un reto para las líneas de suministro en la región, en especial ahora que la ruta de abastecimiento desde Pakistán hacia Afganistán se ha convertido en foco de ataques por parte de milicianos islamistas que han perturbado el suministro recientemente.
Desde el Departamento de Estado norteamericano se afirmó a primera hora de hoy de que todavía Kirguistán no ha informado oficialmente de la decisión. "Hemos visto muchas declaraciones en los medios pero no hemos recibido ninguna notificación a través de los canales diplomáticos adecuados sobre esta cuestión", afirmó el portavoz, Gordon Duguid.
"Estados Unidos y las fuerzas de la coalición serán capaces de continuar las operaciones en Afganistán sin la base de Manas", opinó el portavoz.
Muchos en Kirguistán habían criticado la presencia de tropas estadounidenses en el país, lo que llevó a Washington a explorar posibilidades en otras partes de Asia Central, incluida Uzbekistán, que expulsó a las tropas norteamericanas en 2005, después de que las relaciones con este último país hayan mejorado.
RUSIA OFRECE A EEUU SU TERRITORIO
Moscú, que tiene su propia base aérea en Kirguistán a unas pocas decenas de kilómetros de Manas, estaba molesto por la existencia de esta base norteamericana y había estado presionando a Bishkek para que la cerrara, si bien hoy se ofreció a ayudar a Estados Unidos.
"Hemos reaccionado positivamente a la petición de Estados Unidos para el tránsito a través de Rusia de bienes y materiales hacia Afganistán", anunció Karasin. "Seremos flexibles de otras muchas maneras para apoyar nuestro éxito común en Afganistán", añadió.
Los expertos coinciden en que la decisión podría afectar a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, ahora que Medvedev y Obama parecían dispuestos a dar un nuevo giro después del relativo deterioro durante la Administración de George W. Bush. "No se podría haber elegido un peor momento para este paso", considera Alexei Malashenko, del 'think-tank' Carnegies Endowment for Peace.
"La marcha de Manas es poco probable que afecte a los planes de Obama en Afganistán, pero podría causar problemas en las conversaciones con Rusia", añadió el analista. "Si es una cuestión de principios para Rusia, es una política estúpida", opinió.