El primer ministro de Túnez, Yusef Chahed
ZOUBEIR SOUISSI/REUTERS
Actualizado: jueves, 26 octubre 2017 15:06

TÚNEZ, 26 Oct. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Túnez solicitará una garantía de crédito de 500 millones de dólares a Estados Unidos para poder llevar a cabo un plan que supondrá prescindir de unos 16.500 trabajadores del sector público en 2017 y 2018, según ha contado a Reuters un responsable gubernamental.

Las salidas de trabajadores públicos, que el Gobierno espera que sean voluntarias y que son exigidas al Ejecutivo por sus prestamistas internacionales, afectarán a un sector que cuenta con unos 700.000 empleados, entre funcionarios y trabajadores de contrato.

El Ejecutivo de Túnez solicitará esta nueva garantía de crédito en en un momento en el que se está preparando para emitir bonos para los mercados financieros este año. El Gobierno necesitará 7.400 millones de dinares, unos 2,5 millones de euros, en créditos del exterior, incluidos 1.400 millones de dinares por la venta de bonos.

Desde que en enero de 2011 la presión de las manifestaciones masivas puso fin al mandato del hasta entonces presidente del país, Zine el Abidine Ben Alí, Estados Unidos ha garantizado créditos por valor de 1.000 millones de dólares al Gobierno tunecino para apoyar la transición a la democracia en el país norteafricano.

"Pediremos a Estados Unidos una garantía de crédito de 500 millones de dólares. Túnez cuenta con el apoyo de Estados Unidos para respaldar su transición económica", ha asegurado el responsable gubernamental tunecino, que ha pedido mantener bajo el anonimato su identidad.

Túnez está sometido a la presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de sus socios para que agilice las reformas destinadas a crear empleo y recortar su déficit después de que el sector turístico se viera afectado por los atentados terroristas registrados en 2015.

En abril de 2015, el FMI acordó liberar una tanda de 320 millones de dólares de una línea de crédito de un total de 2.800 millones, bajo la condición de que elevara los ingresos por impuestos, redujera el gasto en salarios del sector público y recortara las subvenciones a la energía.

"Unos 6.500 trabajadores del sector público ya están solicitando la baja este año y nosotros pretendemos prescindir de otros 10.000 de forma voluntaria el año que viene por medio de incentivos financieros", ha señalado el responsable del Ejecutivo tunecino. "Confiamos en que la factura del sector público de Túnez alcance el 12 por ciento del Producto Interior Bruto en los próximos tres años gracias a estas reformas, frente al 14,5 por ciento actual", ha añadido.

Seis años después de la caída del régimen liderado por Ben Alí, Túnez ha hecho progresos en su camino a la democracia. Sin embargo, los sucesivos gobiernos no han conseguido llevar a cabo las reformas económicas necesarias ni reorganizar el gasto público.

Una delegación del FMI estará en Túnez a finales de este mes para discutir los progresos en materia de reformas antes de decidir sobre el nuevo tramo de la línea de crédito de 2.800 millones de dólares. De acuerdo con el presupuesto de 2018, el déficit se reducirá al 4,9 por ciento del PIB en 2018, frente al 6 por ciento que se prevé para 2017. Túnez confía en que el PIB crezca un 3 por ciento en 2018 frente al 2,3 por ciento de 2017.

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