LONDRES 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un abogado estadounidense que representa a algunos de los extranjeros detenidos en la base militar estadounidense de Guantánamo (Cuba) aseguró que uno de los tres presos que se suicidaron el pasado fin de semana iba a ser puesto en libertad, aunque aún no se le había comunicado.
El abogado Mark Denbeaux declaró a la BBC que el hombre figuraba en una lista de 141 prisioneros cuya liberación estaba programada. Agregó que no se le había informado al prisionero porque las autoridades estadounidenses no habían decidido a qué país iba a ser enviado.
El Pentágono identificó al prisionero como Mani Shaman Turki al Habardi al Utaybi. Los dos otros hombres que murieron en la mañana del pasado sábado fueron identificados como Ali Abdullah Ahmed y Yassar Talal al Zahrani. Ahmed era oriundo de Yemen, mientras que los otros dos eran de Arabia Saudí.
Según el Pentágono, Ahmed, de 28 años de edad, pertenecía a los rangos medios-altos de la red terrorista Al Qaeda; Al Utaybi era miembro de un grupo militante saudí proscrito, y Zahrani, de 21 años de edad, era un combatiente talibán "de primera línea" que ayudó a procurar armas para su uso contra fuerzas de Estados Unidos y de la coalición en Afganistán.
En una entrevista con la BBC, la subsecretaria norteamericana de Estado adjunta para la Diplomacia Pública, Colleen Graffy, afirmó que los suicidios fueron parte de una estrategia para promover la causa del extremismo islámico. Sin embargo, los abogados afirman que los tres hombres que se ahorcaron en sus celdas estaban movidos por la desesperación.
Denbeaux comentó sobre los prisioneros en Guantánamo que "a esas personas les dicen que tendrán 50 años de edad cuando salgan, que no tienen ninguna esperanza de salir. Se les ha negado una audiencia, no tienen ninguna esperanza de ser liberados". De momento, ya se ha abierto una investigación militar sobre las muertes, en medio de los crecientes llamamientos para que el centro sea clausurado.
Graffy afirmó que los tres presos no tenían aprecio por sus vidas ni por las de quienes les rodeaban. Los detenidos tenían acceso a abogados, recibían correo, podían escribir a sus familias y tenían otros medios para protestar, afirmó la secretaria de Estado adjunta, agregando que era muy difícil entender por qué no habían protestado sobre su situación.
Estados Unidos mantiene retenidos a más de 400 prisioneros en Guantánamo bajo sospecha de que están vinculados a Al Qaeda y al régimen talibán. Algunos detenidos han estado involucrados en una huelga de hambre desde el pasado agosto en protesta por su continua detención y sus condiciones.