Guerrillero del Nuevo Ejército Popular (NEP) maoísta de Filipinas
ERIK DE CASTRO (REUTERS)
Actualizado: viernes, 22 diciembre 2017 8:06

MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

La guerrilla Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) --brazo armado del Partido Comunista de Filipinas (CPP)-- ha declarado este viernes un alto el fuego unilateral para las fiestas de Navidad, apenas dos días después de que el presidente del país, Rodrigo Duterte, hiciera lo mismo y pidiera reciprocidad al grupo.

El NEP ha detallado que el alto el fuego estará en vigor entre las 18.00 horas (hora local) del 23 de diciembre y las 18.00 horas del 26 de diciembre, así como entre las 18.00 horas del 30 de diciembre a las 18.00 horas del 2 de enero de 2018. La segunda fecha coincide con el 49º aniversario de la fundación del CPP.

El alto el fuego declarado por el Gobierno estará en vigor entre el 24 de diciembre y el 2 de enero de 2018, tal y como indicó el portavoz de la Presidencia filipina Harry Roque Jr.

"Durante este periodo, todas las unidades del NEP y las milicias populares deberán cesar y desistir de llevar a cabo campañas militares ofensivas y operaciones contra el personal armado uniformado de las Fuerzas Armadas de Filipinas y sus paramilitares, así como contra la Policía", ha indicado el grupo.

Asimismo, ha resaltado que "el personal del Ejército y la Policía que no tenga más responsabilidad que su pertenencia a su unidad armada no debe ser sujeto a arresto o acciones punitivas", agregando que "deben poder acceder al territorio del gobierno popular democrático para hacer visitas personales a familiares y amigos".

El NEP ha manifestado en su comunicado que todas sus unidades y las milicias asociadas "deben permanecer en modo defensivo activo para defender al pueblo y a las fuerzas revolucionarias".

"Todas las unidades del NEP deben mantener un alto nivel de alerta y preparación ante cualquier acción hostil o movimiento por parte de las fuerzas armadas enemigas", ha reiterado, explicando que "el CPP y el NEP son muy conscientes de la traición, engaño y ataques del Ejército".

Duterte puso fin a finales de noviembre a las conversaciones de paz con el Frente Nacional Democrático de Filipinas (FND) citando el estancamiento de las negociaciones y la falta de compromiso por parte de los rebeldes para acabar con la violencia en el país.

El líder comunista filipino Jose Maria Sison aseveró que la decisión de Duterte no deja más remedio a la guerrilla que aumentar la violencia en las zonas rurales. El FND, por su parte, condenó la cancelación unilateral de las conversaciones.

A principios de noviembre, declaró al CPP y al NEP como organizaciones terroristas y ordenó el arresto de sus principales altos cargos que habían sido liberados para participar en las citadas conversaciones.

Acabar con el conflicto entre el Gobierno y los maoístas figuraba entre las principales prioridades de Duterte cuando asumió el cargo en junio de 2016.

Los rebeldes maoístas anunciaron a principios de enero el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo de alto el fuego firmado en agosto de 2016.

El alto el fuego fue pactado en Oslo como parte de un acuerdo que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.

El NEP, brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.

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