MADRID 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Malabo aseguró hoy que no pagó ninguna recompensa a Zimbabue por haber abortado la intentona golpista de marzo de 2004, desmintiendo así una información de la agencia sudafricana 'Washing Line', que indicaba que se habían pagado 20 millones de dólares.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz del Gobierno ecuatoguineano, Miguel Oyono, recalcó que el Gobierno de Robert Mugabe sólo actuó como "un país amigo" cuando detuvo en el aeropuerto de Harare a 68 presuntos mercenarios en tránsito hacia Guinea Ecuatorial, donde supuestamente intentarían derrocar a Teodoro Obiang Nguema.
Además, subrayó que Zimbabue ha juzgado y encarcelado al cabecilla del golpe, el sudafricano Simon Mann, mientras que en territorio sudafricano hay "empresas y agencias de grupos mercenarios" a los que acusó de "fomentar guerras, conflictos y muertes" en "Liberia, Sierra Leona, Angola y República Democrática del Congo". "Veinte millones de dólares no valen lo que la muerte y el sufrimiento que están creando estos grupos", añadió.
"Al Gobierno de Malabo sólo le interesa que los conspiradores que andan sueltos por Sudáfrica sean extraditados a Guinea Ecuatorial para que puedan ser juzgados conforme a la ley", añadió. En Sudáfrica fue juzgado y condenado a una pena de prisión que fue suspendida el británico Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra Margaret Thatcher, que se declaró culpable de negligencia por haber facilitado una aeronave a algunos de los implicados sin investigar para qué era.