Guterres conmemora los 27 años del genocidio de Ruanda instando a "tener en cuenta las lecciones" que dejó

Archivo - Dos mujeres en las calles de Ruanda
Archivo - Dos mujeres en las calles de Ruanda - Allison Dinner/ZUMA Wire/dpa - Archivo
Publicado: miércoles, 7 abril 2021 6:54

MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha conmemorado este miércoles el Día Internacional sobre el Genocidio en Ruanda en 1994, y ha instado a tener en cuenta "las lecciones de hace 17 años", especialmente cuando "los movimientos extremistas representan la principal amenaza para la seguridad" en muchos países.

"Aquellos días de 1994 permanecen en nuestra conciencia colectiva como uno de los más horribles de la historia humana reciente", ha lamentado Guterres en un comunicado en referencia al genocidio en el que más de un millón de personas fueron sistemáticamente asesinadas en menos de tres meses en Ruanda, la mayoría de ellos tutsis.

Aunque el país africano vivió uno de los capítulos más dolorosos de la historia moderna de la humanidad, su pueblo ha renacido de sus cenizas y "nos ha mostrado el poder de la justicia y la reconciliación, y la posibilidad de progreso", por lo que ha urgido a comprometerse a "a construir un mundo guiado por los Derechos Humanos y la dignidad para todos.

En este día, el máximo representante de Naciones Unidas ha honrado a los que fueron asesinados y se ha unido "en solidaridad" con Ruanda, además ha advertido que una de las principales amenazas que se enfrenta a lo largo del mundo son los movimientos extremistas en muchos países.

En concreto, además, la gente está amenazada por grupos extremistas decididos a aumentar sus filas mediante la polarización social y la manipulación política y cultural, y aunque la tecnología y las técnicas que utilizan los extremistas están evolucionando, los mensajes y la retórica viles siguen siendo los mismos.

Estos se basan en la deshumanización de las comunidades, la desinformación y el discurso del odio avivan el fuego de la violencia.

Además, en el contexto de la crisis sanitaria, se han evidenciado todavía más las divisiones cada vez más profundas, ya que ha afectado profundamente a todo el espectro de los Derechos Humanos en todas las regiones, alimentando aún más la discriminación, la polarización social y las desigualdades, todo lo cual puede conducir a la violencia y al conflicto.

"Vimos lo que ocurrió en Ruanda en 1994, y conocemos las horribles consecuencias cuando se permite que prevalezca el odio", por lo que para evitar que la historia se repita "es necesario contrarrestar estos movimientos impulsados por el odio que se han convertido en una amenaza transnacional".

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