Guterres reclama el fin del "apoyo externo" y el "flujo de armas" que alimentan el conflicto en Sudán

El secretario general de la ONU pide esfuerzos internacionales para un alto el fuego de cara al mes de Ramadán

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante una comparecencia ante la prensa en Nueva York (archivo)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante una comparecencia ante la prensa en Nueva York (archivo) - Europa Press/Contacto/Bianca Otero
Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 14 febrero 2025 13:36

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha reclamado este viernes el fin del "apoyo externo" y el "flujo de armas" a las partes en conflicto en Sudán y ha alertado de que esta situación "permite la continuación de una tremenda destrucción civil y un derramamiento de sangre".

"Sabemos lo que el pueblo sudanés quiere. Hemos mantenido consultas extensas con civiles sudaneses e imploran un alto el fuego inmediato y la protección de los civiles", ha afirmado, antes de pedir un impulso en este sentido de cara al inicio del mes de Ramadán, que arranca el 28 de febrero.

"El sagrado mes de Ramadán está a la vuelta de la esquina. En este momento sagrado de paz, compasión, entrega y solidaridad, pido a todos que usen su tremenda influencia para el bien", ha sostenido durante una conferencia humanitaria de alto nivel sobre Sudán en la capital de Etiopía, Adís Abeba.

Así, ha insistido en la necesidad de que "se apoye generosamente la respuesta humanitaria" y "se presione a favor del respeto del Derecho Internacional, el cese de las hostilidades, la entrega de ayuda vital y una paz duradera que el pueblo de Sudán necesita desesperadamente". "Debemos hacer más, y más ahora, para ayudar al pueblo de Sudán a salir de esta pesadilla", ha manifestado.

Guterres, que ha aseverado que el pueblo sudanés hace frente a un "sufrimiento dramático", ha pedido a la comunidad internacional que apoye a la población "en este momento de desesperación" y ha desvelado que la ONU lanzará la semana que viene su plan de respuesta humanitaria para el país y para los refugiados en la región.

"Estos planes requieren, juntos, 6.000 millones de dólares (cerca de 5.730 millones de euros) para apoyar a cerca de 21 millones de personas en Sudán y otros cinco millones, principalmente refugiados, en los países vecinos, ante una crisis humanitaria sin precedentes en el continente africano", ha explicado, al tiempo que ha dado las gracias a los países vecinos por "acoger a 3,3 millones de refugiados sudaneses pese a sus propios desafíos complicados".

De esta forma, ha reseñado que el llamamiento para recaudar fondos para estos programas "supera con mucho cualquiera lanzado anteriormente para Sudán y la región", lo que "representa la dimensión sin precedentes de las necesidades a las que se hace frente".

"Sudán se encuentra sumido en una crisis de una escala y una brutalidad asombrosas. Una crisis que se está extendiendo cada vez más a la región en general", ha dicho Guterres, quien ha ahondado en que se trata de una crisis que "exige una atención sostenida y urgente por parte de la Unión Africana (UA) y de la comunidad internacional en general".

"El acceso humanitario sigue siendo un desafío fundamental, en particular donde los combates son más activos", ha dicho, antes de aplaudir la labor de los equipos de rescate y las organizaciones de la sociedad civil que "siguen trabajando valientemente para dar asistencia y servicios a sus comunidades, a menudo ante un grave riesgo personal".

De esta forma, ha argüido que, "mientras se pone el foco en la respuesta a las necesidades humanitarias, hay que ser claros sobre principios básicos", incluida la necesidad de proteger a civiles y trabajadores humanitarios y garantizar "un acceso rápido, seguro, sostenido y sin restricciones" a las personas en situación de necesidad "en todas las áreas".

MÁS DE 30 DESPLAZADOS MUERTOS

En este contexto, las autoridades sudanesas han elevado este viernes a más de 30 los muertos y a cerca de 80 los heridos a causa de los ataques perpetrados durante los últimos dos días por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra el campamento de desplazados de Zamzam, situado en los alrededores de la ciudad de El Fasher, capital de Darfur Norte.

El director general de Sanidad en Darfur Norte, Ibrahim Kater, ha especificado en declaraciones concedidas al portal de noticias Sudan Tribune que hasta ahora se han confirmado 31 fallecidos y 81 heridos por los ataques de las RSF contra las instalaciones, objetivo de numerosos ataques durante las últimas semanas.

Así, la Coordinación de Desplazados y Refugiados en Darfur ha acusado a las RSF de una nueva "masacre" y el portavoz del organismo, Adam Regal, ha indicado que las calles del campamento han quedado convertidas en "cementerios" plagadas de "sangre y restos de cuerpos".

Durante la jornada, el director de la organización no gubernamental Amnistía Internacional para África Oriental y Meridional, Tigere Chagutah, ha recalcado que "atacar y matar a civiles que buscan seguridad en un campamento de desplazados y saquear su mercado es algo inconcebible".

"Las RSF y el resto de partes en conflicto deben poner fin inmediatamente a todos los ataques contra civiles y dejar de usar como campos de batalla las zonas en las que hay civiles presentes, incluidos los campamentos de desplazados", ha dicho, antes de reclamar "pasos seguros" para la evacuación de civiles que quieran huir de la violencia.

En este sentido, ha hecho hincapié en que los ataques contra Zamzam y el "continuado cerco" de las RSF contra el Fasher "subrayan la necesidad urgente de una presión internacional real sobre las parte en conflicto para que dejen de atacar a los civiles".

"Una verdadera presión implica instituir y aplicar un embargo de armas de la ONU en todo Sudán para frenar el flujo de armas a todas las partes y hacer que los responsables de crímenes contra el Derecho Internacional rindan cuentas. El conflicto de Sudán ha sido ya suficientemente ignorado", ha zanjado.

El Gobierno sudanés acusó recientemente a las RSF de cometer un "genocidio" en la región de Sudán (oeste) y criticó el "sospechoso silencio internacional" ante las acciones del grupo en el marco de la guerra civil, desatada en abril de 2023 en el país africano a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.

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