BUREIJ (GAZA), 18 May. (EUROPA PRESS)
Hamás ha desplegado ayer miércoles a más de 3.000 miembros de su nueva fuerza de seguridad, a pesar de los intentos por parte del presidente Abbas de vetar su creación, que marcharon por las calles de Gaza portando rifles y lanzagranadas y uniformados con camisas y pasamontañas negros y pantalones militares.
A pesar de que no hubo ningún enfrentamiento con los seguidores del partido de Al Fatá, la primera acción de esta fuerza de seguridad fue dispersar a varias personas que se manifestaban pacíficamente enfrente del Ministerio de Educación. Los presentes fueron dispersados a golpe de porra y culatazos, según varios testigos.
"Estábamos concentrándonos pacíficamente, y de repente llegaron esos pistoleros y nos atacaron. Ni sabemos quienes son ni por qué están aquí", afirmó uno de los manifestantes.
La nueva fuerza de seguridad de Hamás está dirigida por Jamal Abu Samhadana, al que Israel considera el responsable directo del atentado contra un convoy diplomático estadounidense en 2003.
Según miembros de Hamás, el objetivo de este nuevo cuerpo de protección es mantener la calma en Gaza, donde varias bandas criminales aterrorizan a la población y en donde los miembros de Hamás han sido atacados en numerosas ocasiones.
Un miembro del brazo militar de Hamás, Belal Abu Kusiya, fue asesinado ayer tras recibir varios disparos de un grupo de hombres enmascarados mientras se dirigía a rezar a la mezquita de Jebaliya, en la franja de Gaza, según informaron fuentes médicas y de la seguridad palestinas.
Los enmascarados dispararon a Abu Kusiya desde un automóvil en marcha, según testigos presenciales. Este asesinato se produjo un día después de que otros dos miembros de Hamás recibieran varios disparos en dos atentados distintos en la franja de Gaza. Uno de ellos falleció.
De momento se desconocen los motivos de estos atentados, que aún no han sido reivindicados. Hamás no ha acusado a ningún grupo de ellos. En las últimas semanas se han registrado entrenamientos armados entre milicianos de Hamás y Al Fatá en una clara lucha por el control del poder en la Autoridad Palestina, después de que Hamás se hiciera con el gobierno gracias a su victoria en las elecciones parlamentarias de enero.
