HRW certifican que los milicianos de Misrata dispararon indiscriminadamente contra los manifestantes

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:14

MADRID 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la ONG Human Rights Watch han podido corroborar a través de entrevistas con testigos presenciales que las milicias de Misrata instaladas en Trípoli abrieron fuego indiscriminadamente contra los participantes en una manifestación para exigir precisamente el desarme y la salida de estas milicias de la capital libia.

"Los ciudadanos libios han pagado con sus vidas los actos imprudentes de unas milicias descontroladas", ha denunciado la directora para Oriente Próximo y norte de África de HRW, Sarah Leah Whitson. "Libia necesita unas fuerzas de seguridad que no se queden inactivas mientras las milicias matan a manifestantes desarmados", ha añadido.

El grupo se refiere concretamente a los incidentes ocurridos el pasado viernes, cuando miles de vecinos de Trípoli se manifestaron pacíficamente contra la presencia de milicias armadas en la ciudad y se dirigieron expresamente al barrio de Gharghour, donde los milicianos de Misrata se han instalado aprovechando las casas que eran de los mandos del régimen autoritario de Muamar Gadafi, derrocado en 2011.

"Ocho testigos presenciales, incluidos manifestantes, periodistas y transeúntes (...) no vieron a nadie portando armas al comienzo de la manifestación", con lo que no suponían una amenaza, según HRW. "Los milicianos de Misrata abrieron fuego directa e indiscriminadamente contra los manifestantes cuando éstos se aproximaban a Gharghour, a primera hora de la tarde", señala HRW.

HRW destaca que entre las víctimas --45 muertos y 460 heridos según el último balance oficial-- hay al menos dos trabajadores sanitarios en ejercicio de sus funciones, un periodista y varios estudiantes.

El grupo hace especial hincapié en los dos sanitarios, tiroteados cuando se encontraban en una ambulancia para evacuar un cadáver. Se trata de un médico identificado sólo por su apellido, Abdelmunem, que habría fallecido de un tiro en el cuello, y de un enfermero, Mohamed Jbali, herido.

"Ya habíamos evacuado a una persona fallecida y la llevábamos con nosotros en la ambulancia. De repente, comenzaron los disparos. Nos disparaban con todo tipo de armas, también con armas antiaéreas. El médico que iba con notros en la ambulancia recibió un disparo en el cuello", ha relatado uno de los sanitarios que iba en el vehículo.

HRW, haciéndose eco de Reporteros Sin Fronteras, denuncia además la muerte de un cámara que estaba cubriendo los sucesos para la agencia de noticias Fasatou, Salé Ayad Hafyanaa. Otros tres trabajadores de medios de comunicación resultaron heridos y fue incendiada por individuos no identificados la sede de la radio Tobacts.

Miembros de HRW visitaron en la misma noche del 15 de noviembre dos hospitales que atendieron a las víctimas de la violencia. "Según personal sanitario de los dos hospitales, la mayoría de las heridas fueron causadas por armamento pesado, como armas antiaéreas, cohetes Hawk y granadas autopropulsadas", ha indicado HRW. También se han detectado heridas de armas de menor calibre, como fusiles Kalashnikov.

Según diversos testimonios, pese a que había miembros de la Policía y el Ejército en la zona, éstos no intervinieron y pasó aproximadamente una hora hasta que llegaron efectivos de otras milicias para proteger a los manifestantes. Dos testigos presenciales dieron fe de la presencia de efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado al inicio de la manifestación.

El propio primer ministro libio, Alí Zeidan, ha reconocido que había efectivos armados de la seguridad pública en la manifestación, tanto policías como militares, pero tenían orden de no intervenir e incluso admitió que se debe a que eran más débiles que las milicias.

"¿Qué hace falta para controlar a las violentas milicias que aterrorizan al pueblo de Libia? Durante demasiado tiempo el Gobierno ha dicho que es demasiado peligroso desarmar a las milicias. Ahora está claro que es demasiado peligroso no hacerlo", ha apostillado Whitson.

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