HRW pide al nuevo Gobierno egipcio que detenga las detenciones por motivos políticos y respete los DDHH

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 4 julio 2013 14:15

MADRID 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha pedido este jueves al nuevo Gobierno egipcio que se aleje del comportamiento abusivo que ha prevalecido en el país desde el comienzo de las revueltas en 2011, y que se comprometa a respetar los derechos de todos los ciudadanos egipcios.

Tras el golpe de Estado que acabó con el derrocamiento de Mohamed Mursil, el jefe de las Fuerzas Armadas egipcias, Abdelfatá al Sisi, informó de la suspensión temporal de la Constitución, y comunicó que el jefe del Tribunal Constitucional, Adli Mansur, tendrá la "autoridad para promulgar decretos constitucionales" mientras sea presidente interino del país, cargo que ha tomado este jueves.

El subdirector de HRW para Oriente Próximo, Joe Stork, ha recordado el sufrimiento al que han estado sometidos los egipcios "tanto con el Ejército como durante el Gobierno de Mursi" y ha pedido que durante el Gobierno provisional de Mansur, las Fuerzas Armadas "detengan la ola de arrestos arbitrarios de miembros de Hermanos Musulmanes y sus aliados del Partido de la Libertad y la Justicia".

Durante la madrugada del jueves, doce agentes de paisano han arrestado al líder del Partido de la Libertad y la Justicia, Mohamed Katatni, según un comentario publicado en su página oficial de Facebook por su hijo. Los agentes de seguridad han confirmado también el arresto de Rashad Bayoumi, un dirigente de los Hermanos Musulmanes, y el diario estatal 'Al Ahram' ha informado de otras 300 detenciones más del partido islamista.

HRW considera que la situación actual es una vuelta a la era del expresidente Hosni Mubarak, con arrestos masivos y detenciones por motivos políticos. "Detener a miembros de los Hermanos Musulmanes tendrá el peor efecto posible para el futuro político de Egipto", ha considerado HRW.

HRW considera que el nuevo Gobierno debe manifestar inmediatamente su intención y la de las Fuerzas Armadas de respetar los derechos humanos básicos de los egipcios.

REPRESIÓN EN EGIPTO

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF) controló el Gobierno de Egipto desde el 11 de febrero de 2011 hasta que el 30 de junio de 2012 Mohamed Mursi, líder del Partido de la Justicia y la Libertad, tomó el cargo de presidente tras haber ganado las elecciones la semana anterior.

Ni el SCAF ni Mursi han reformado significativamente las instituciones de la etapa de Mubarak ni han detenido la ola de represión que limita el ejercicio de los derechos políticos básicos, según HRW. Ninguno de los dos Gobiernos ha podido tampoco reformar el Código Penal, que restringía la libertad de expresión, y ambos han debatido proyectos de ley para restringir el derecho a manifestarse.

Durante el mandato del SCAF, más de 12.000 civiles se han enfrentado a tribunales militares, más de los celebrados durante los 30 años de presidencia de Mubarak. También durante este mandato, de poco menos de año y medio, el SCAF ha procesado a varias personas por "insultar al Ejército" y la fuerza utilizada para disolver manifestaciones ha sido excesiva.

No ha habido ninguna investigación sobre los actos sistemáticos de tortura y malos tratos practicados por las fuerzas de seguridad egipcias, ni antes ni después de Mubarak. Tampoco el SCAF ha investigado los casos de malos tratos a mujeres durante las protestas, ni los de tortura a manifestantes. Sólo una persona fue condenada por un asalto sexual a siete mujeres en marzo de 2011, absuelto después por un tribunal militar.

Durante este año de Gobierno, Mursi no se ha distanciado de las prácticas de Mubarak, ni ha reformado las restrictivas leyes de su precedesor. El presidente mostró un aparente interés inicial en la rendición de cuentas y en revisar las prácticas de detención arbitrarias, pero no ha conseguido detener los abusos policiales.

El espacio para la libertad de expresión ha disminuido tras el aumento de las condenas por blasfemia e incluso el partido del presidente ha propuesto leyes para reprimir el derecho a asociación. La violencia sectaria ha sido rara vez condenada, las torturas policiales siguen siendo habituales y los civiles se siguen enfrentando a juicios ante tribunales militares.

"La estabilidad política en Egipto depende de la protección y promoción de un espacio político para los egipcios donde puedan movilizarse pacíficamente para luchar por la jusicia social", ha explicado Stork. "Los egipcios deben luchar también para conseguir una reforma que les permita el intercambio libre de información", ha añadido.

El Ministerio de Interior publicó este miércoles un decreto para suspender tres cadenas de televisión islamistas, la cadena Misr 25 de los Hermanos Musulmanes, Al Naas y Al Hafez TV. "Interrumpir la difusión de cadenas de televisión o imponer restricciones arbitrarias similares a los medios, sólo por motivos de afiliación religiosa o política, es una violación de la libertad de expresión", según HRW.

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