MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La huelga indefinida que mantienen los funcionarios libaneses ha entrado en su cuarta semana ante los continuos retrasos del Gobierno en aprobar la subida salarial pactada el año pasado. La huelga indefinida comenzó el pasado 19 de febrero y mantiene paralizados los colegios e institutos y multitud de organismos públicos.
Este lunes la protesta ha tenido su epicentro en la sede de la compañía pública de telecomunicaciones, Ogero, en el barrio de Bir Hasán de Beirut, informa el diario libanés 'The Daily Star' en su edición digital.
El líder del Comité de Coordinación Sindical, Hanna Gharib, que agrupa a sindicatos de funcionarios y de profesores, ha explicado que no pondrán fin a la huelga hasta que el Gobierno remita la propuesta de subida salarial al Parlamento. "Tienen que financiar (el aumento salarial) a expensas de los ricos, no de los pobres", ha afirmado Gharib durante su intervención ante los manifestantes.
"La huelga no habría tenido lugar si los responsables de esta cuestión hubieran tomado decisiones firmes", ha añadido Gharib en declaraciones a la radio Voz de Líbano.
El primer ministro, Nayib Mikati, ha señalado que necesitan más tiempo para buscar una fórmula para financiar el aumento, mientras que el presidente, Michel Suleiman, ha asegurado que la cuestión se solucionará en el primer consejo de ministros que se celebre tras el 21 de marzo.
Mientras, en el Centro de Inspección de Vehículos los propietarios de unos 200 vehículos se han concentrado con sus coches para protestar por la huelga, ya que tienen que pagar más impuestos por cada día en que se demore el registro de un vehículo.
En un primer momento los funcionarios encendieron los ordenadores para trabajar, cediendo así a la presión de los conductores, pero enseguida el director del centro, Maroun Msallam, intervino y cortó el suministro eléctrico de las instalaciones.
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