PARÍS, 4 Abr. (EUROPA PRESS/Javier Gómez Muñoz) -
Las huelgas convocadas hoy en toda Francia para protestar contra el Contrato Primer Empleo (CPE), promulgado el domingo por el presidente Chirac, no han conseguido paralizar el país y son menos importantes que durante la última jornada de movilización, el pasado sábado 28 de marzo.
El éxito de la protesta dependerá de la asistencia a las más de 200 manifestaciones convocadas en todo el territorio. La afluencia a las marchas el pasado martes osciló entre el millón declarado por la Policía y los tres millones de personas reclamados por los organizadores.
El líder del primer sindicato del país (CGT), Bernard Thibault, expresó por su parte su convencimiento de que la movilización de hoy permitirá dar "el golpe de gracia" al plan de empleo juvenil del Gobierno. "La retirada del CPE no es negociable. No hay contrapartida que esperar de nuestra parte", avisó Thibault, en declaraciones a la radio pública.
La manifestación más importante tendrá lugar en París, a partir de las 14.30 horas, y será escoltada por 4.000 agentes de policía, gendarmería y antidisturbios, para evitar escenas de agresiones y pillajes ocurridas en las últimas movilizaciones.
Los usuarios viven hoy una jornada difícil en los transportes, pero no se ha conseguido el "martes negro" preconizado por los sindicatos. El transporte urbano funciona con relativa normalidad en París, con un 25% menos de frecuencia de paso en los metros y anulaciones de entre el 25% y el 50% de los trenes de cercanías.
Mientras que el martes pasado se canceló un tercio de los vuelos en Francia por la huelga de controladores, el escaso seguimiento del paro redujo hoy el número de anulaciones. Los aviones despegaban en hora desde el aeropuerto parisiense de Charles de Gaulle, mientras que desde Orly, destino de la mayoría de vuelos procedentes de España, se registran retrasos de entre 45 y 90 minutos. También se ha cancelado el 30 por ciento de los vuelos que debían despegar desde el aeródromo de Toulouse (sur).
En el tráfico ferroviario, los problemas son semejantes a los del pasado martes. Los trenes regionales han reducido su circulación en un 50 por ciento, y los de alta velocidad, en un 25 por ciento.
DISPUESTOS AL DIÁLOGO
Bernard Accoyer, presidente del grupo parlamentario de la UMP (centroderecha, en el Gobierno), que será el encargado de presentar la nueva proposición de ley que corregirá el CPE, volvió a tender la mano a los ocho sindicatos y las cuatro organizaciones estudiantiles que conforman el frente contra el 'contrato joven'.
"No habrá límites en la discusión. Todo puede ser abordado", dijo Accoyer en la radio privada Europe-1. Las conversaciones se llevarán a cabo previsiblemente a partir de mañana y por separado con cada organización sindical o estudiantil. Éstos exigen la retirada del CPE, mientras el presidente Chirac recordó ayer que las modificaciones deben realizarse en acuerdo con el Gobierno y dentro de los límites fijados en su intervención televisiva del pasado viernes: reducción del periodo de prueba de dos años a un año y derecho a conocer el motivo del despido.
La discusión parlamentaria de la nueva ley podría tener lugar durante la primera semana de mayo, lo que deja casi un mes de plazo a los actores del conflicto para consensuar una fórmula que ponga fin a las protestas.
El secretario general de la CFDT, François Chérèque, exigió antes de sentarse a dialogar la garantía, por parte del Gobierno, de que "el CPE no se aplicará nunca". "El objetivo de la manifestación de hoy es obtener, mediante esta famosa nueva ley, la desaparición del 'contrato joven", declaró esta mañana el líder sindical a la radio RTL. Chéreque recordó que se trata de una movilización histórica y que "cinco manifestaciones unitarias en dos meses no se habían producido desde la Liberación", en 1945".
