BUDAPEST 19 Sep. (EP/AP) -
Cientos de personas que se manifestaban ante el Parlamento de Budapest para pedir la dimisión del Gobierno socialdemócrata, se enfrentaron a la Policía que intentó paralizar la revuelta, que se produjo tras revelarse el contenido de una grabación del primer ministro, Ferenc Gyurcsány, sobre la economía nacional. Los manifestantes quemaron varios coches y atentaron contra el mobiliario urbano.
Los servicios de asistencia sanitaria afirmaron que al menos 10 personas resultaron heridas, entre ellas varios policías. Las autoridades utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos para sofocar los actos de vandalismo que protagonizaron los manifestantes que pedían la dimisión del Gobierno.
La violencia se produjo después de que numerosas personas se manifestaran pacíficamente frente al parlamento por la grabación que se emitió en un programa de televisión en el que el primer ministro, Ferenc Gyurcsany, admitía haber mentido durante año y medio a la población sobre la situación económica del país para ganar las elecciones de abril en un mitin de los socialistas celebrado en mayo.
"Lo hicimos todo en secreto para que no se publicara nada antes de las elecciones", admitió Gyurcsány en la grabación emitida por la cadena 'Magyar Rádió'.
A última hora del lunes, la multitud que demandaba la dimisión del Gobierno frente al Parlamento iba creciendo por momentos, la población húngara se está movilizando desde la capital y sus alrededores.
Numerosos manifestantes dejaron por un momento la cabeza de la manifestación, frente al parlamento, para dirigirse a los estudios de la televisión estatal, reclamando un espacio en la programación para mostrar la manifestación y recoger sus protestas.
A pesar de que la mayoría de las personas allí congregadas se mostraron pacíficas, un grupo reducido intentó asaltar las líneas policiales y llegar hasta los estudios de televisión, arrojando piedras a puertas y ventanas. La Policía los redujo con cañones de agua y gases lacrimógenos.
El Gobierno convocará a primera hora del martes al Gabinete Nacional de Seguridad en una sesión de crisis.
Gyurcsány y su gabinete fueron reelegidos en las elecciones legislativas de abril para comenzar el nuevo mandato, con el anuncio de duras medidas para consolidar la economía del país y reducir el elevado déficit presupuestario del 10,1% para 2006.