ESTRASBURGO (FRANCIA), 24 (EUROPA PRESS)
El investigador de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Dick Marty, encargado de investigar la presunta existencia de cárceles secretas de la CIA en Europa y el uso de aeropuertos y espacio aéreo europeos para el traslado de sospechosos de terrorismo a países donde se les sometió a "torturas", afirmó que "existe una gran cantidad de pruebas convergentes que apuntan a la existencia de un sistema de 'reubicación' o 'subcontratación' ('outsourcing') de la tortura" a otros países, como Siria, Egipto o Jordania. No obstante, no ha encontrado pruebas concluyentes de la existencia de cárceles secretas.
El investigador suizo, que cita declaraciones hechas por responsables estadounidenses y europeos, noticias publicadas en prensa y trabajos de ONGs, consideró hoy que es muy poco probable que los Gobiernos europeos no estuvieran al tanto de estas prácticas de la agencia estadounidense.
Su informe presentado hoy, muy duro con Estados Unidos, afirma que "la actual Administración estadounidense parece partir del principio de que los principios de legalidad y Derechos Humanos son incompatibles con una acción eficiente contra el terrorismo". Así, reclama a los Gobiernos europeos que se distancien de esta posición y no se conformen con garantizar que las prácticas ilegales no suceden en su territorio, o que en ellas no participan sus agentes de seguridad.
El documento habla de más de un centenar de personas trasladadas en secreto, y más de un centenar de vuelos --sólo en Alemania se produjeron más de 300 aterrizajes de dos aviones supuestamente fletados por la CIA--. "Es altamente improbable que los Gobiernos europeos, o al menos sus servicios de inteligencia, no estuvieran al tanto", sentencia.
Así, afirma que "ha quedado probado, y de hecho nunca ha sido denegado, que individuos han sido secuestrados, privados de su libertad y transportados (...) en Europa, para ser entregados a países en los que sufrieron (...) torturas". En este sentido, subraya que ni el director de la CIA, Porter Goss, ni la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, negaron la existencias de centros de detención secretos. Rice defendió incluso ante sus homólogos europeos la necesidad de continuar con las "entregas extraordinarias".
Sin embargo, el informe recoge numerosos testimonios --algunos anónimos, pero otros pronunciados por importantes responsables estadounidenses-- que dejan claro que las "entregas extraordinarias y los centros de detención secretos abren la puerta a tratos degradantes y a torturas", cuando no los persiguen abiertamente.
Destaca así las palabras de Michael Scheuer, uno de los arquitectos del sistema de entregas, que afirmó que la propia Casa Blanca está más dispuesta que la CIA a "mirar a otro lado cuando se trata de exquisiteces legales" y, en relación al traslado de prisioneros a otros países, calificó de "muy conveniente" tener "a alguien que te haga el trabajo sucio".
"¿Esto quiere decir que es tan fácil usar la tortura en estos días? ¿Es suficiente con que los servicios secretos propios no estén presentes?", se pregunta Marty, que recuerda que otra Comisión del Consejo de Europa, la llamada Comisión de Venecia, debe hacer público en marzo un informe "sobre las consecuencias legales de estas prácticas", incluida la responsabilidad de los Estados europeos "a la luz de los tratados internacionales" y del Derecho Internacional.
SECUESTRO EN MILAN
Marty se apoya especialmente en el caso de Abu Omar, refugiado en Italia y sospechoso de vínculos con el terrorismo islamista que fue secuestrado en las calles de Milán en febrero de 2003 y trasladado, vía Alemania, a Egipto, donde afirma que fue torturado. La captura irregular de Abu Omar desbarató y "saboteó" una operación de la Policía y la Justicia italiana, que le mantenían bajo vigilancia.
Con todos estos factores, el parlamentario suizo duda de la versión del Gobierno italiano, que afirma que desconocía esta operación. A su juicio, los sucesos debían haber motivado "si no un incidente diplomático, sí una respuesta dura de las autoridades nacionales" italianas, que no se ha producido. Sólo el pasado domingo el ministro de Justicia dio luz verde a la petición de la Justicia de solicitar a Estados Unidos el interrogatorio de 22 de los 25 agentes supuestamente implicados.
Para Marty, el caso de Abu Omar "es un claro indicio de que el método (de secuestros de sospechosos en el extranjero) existe".
Además, aunque duda de que del Gobierno o los servicios de inteligencia no estuvieran al tanto de la operación, arremete de nuevo contra Estados Unidos porque sí está claro que Policía y Tribunales quedaron al margen.
En su opinión, la "falta de cooperación y confianza con las autoridades oficialmente encargadas de combatir el crimen (por parte de Estados Unidos) tiene que tener consecuencias muy serias, desafiando el mismo funcionamiento del Estado de Derecho". "Es difícil creer que un enfoque tal en las relaciones entre autoridades de diferentes países pueda ser una base válida para una cooperación genuina entre Estados".
Otro caso es el del ex embajador británico en Uzbekistán, Craig Murray, que ha entregado a Marty documentos según los cuales las autoridades británicas han usado información obtenida bajo tortura facilitada por los servicios secretos uzbekos. "Murray no pudo convencer a sus autoridades de dejar de hacerlo, y por ello dimitió", explica el documento.
CENTROS DE DETENCION
No obstante, el mismo informe admite que no hay pruebas tajantes de que hubiera centros de detención secretos de la CIA en Rumanía, Polonia o cualquier otro país, pero sí "indicios" que justifican seguir adelante con la investigación.
Marty anunció que ayer mismo recibió información "detallada" del organismo europeo de seguridad aérea (Eurocontrol) sobre planes de vuelo de ciertos aviones, y del Centro Europeo de la Satélites de Torrejón de Ardoz (Madrid), pero añadió que aún no se puede pronunciar "sobre la importancia y la amplitud" de esta información".
Entre los "indicios", menciona en concreto un fax interceptado por los servicios secretos suizos --dirigido del Ministerio egipcio de Asuntos Europeos a la Embajada egipcia en Londres-- que mencionaba la existencia de cárceles secretas en Rumanía, Bulgaria, Ucrania, Macedonia y Kosovo. El documento fue desvelado por el periódico 'Sonntagsblick' y su existencia no ha sido negada, al contrario, las autoridades suizas están investigando la filtración de un documento que es secreto.
Además del Consejo de Europa, otras instituciones, como el Parlamento Europeo han abierto investigaciones. El informe se hace eco también de las diferentes acciones judiciales o parlamentarias iniciadas en Europa, Estados Unidos y Canadá.