LONDRES, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno británico está revisando los procedimientos de seguridad después de que un bromista llamara haciéndose pasar por el director del Cuartel General de Comunicaciones (GCHQ, una agencia de inteligencia) y consiguiera hablar directamente con el primer ministro, David Cameron.
Al parecer, según informa la cadena Sky News, el 'premier' cortó rápidamente la llamada tras darse cuenta de que era una broma sin que, según Downing Street, se revelara información sensible.
"Tras dos llamadas de broma a departamentos gubernamentales hoy, se ha enviado un aviso a todos los departamentos para que estén alerta ante tales llamadas", ha indicado un portavoz del Gobierno. "En el primer de los casos, se hizo una llamada al GCHQ que resultó en la revelación del número de teléfono móvil del director", Robert Hannigan, ha explicado el portavoz. "El número de móvil suministrado no se usa nunca para llamadas que implican información clasificada", ha aclarado.
En la segunda de las llamadas, "el bromista, que dijo ser el director del GCHQ, fue conectado con el primer ministro" mediante un teléfono móvil oficial, ha proseguido el portavoz, asegurando que tanto Downing Street como el GCHQ "se toman la seguridad muy en serio y por ello están revisando actualmente los procedimientos (...) con el fin de extraer las lecciones de este incidente", ha añadido el portavoz.
