Irak.- La acusación muestra un documento supuestamente firmado por Sadam en que se autorizaba la ejecución de 148 chiíes

Actualizado: martes, 28 febrero 2006 15:04

BAGDAD, 28 Feb. (EP/AP) -

La acusación en el juicio contra Sadam Husein han presentado un documento supuestamente firmado por el ex presidente en el que éste autorizaba la pena de muerte contra 148 chiíes en 1984. El documento fue expuesto con motivo de la reanudación del juicio en Bagdad que se sigue contra Sadam Husein y otros siete altos dignatarios de su régimen. Tras dos horas de audiencia, la sesión ha concluido y se reanudará mañana.

El fiscal jefe, Jaafar al-Moussawi, presentó una serie de documentos relacionados con la ejecución de numerosos chiíes de la ciudad de Duyail (al norte de Bagdad) en represalia por un intento de atentado mortal contra Sadam Husein en 1982.

Uno de los documentos es un memorial del Tribunal Revolucionario fechado el 14 de junio de 1984 en el que se informaba de la sentencia de muerte por ahorcamiento contra 148 personas, cuyos nombres figuran en una lista. El fiscal aseguró que la firma del documento corresponde al presidente de aquel Tribunal, Awad al-Bandar, uno de los procesados.

A continuación, Al-Moussawi mostró --a través de una proyección en la sala del tribunal-- otro documento datado dos días más tarde, la aprobación presidencial de las 148 condenas a muerte, firmada por el propio Sadam Husein.

Estas condenas a muerte fueron dictadas tras un "juicio imaginario", añadió el fiscal ante la sala. "Ninguno de los condenados compareció ante el Tribunal. Sus declaraciones no fueron nunca registradas", añadió.

El juicio se reanudó hoy con la presencia de los abogados defensores, que pusieron así fin al boicot que iniciaron hace un mes, a pesar de que el juez principal, Raouf Abdel-Rahman, anunció tras el comienza de la sesión que el equipo de cinco jueces había rechazado las condiciones de los abogados para volver a la sala, concretamente la destitución del propio juez y del fiscal jefe.

Sadam Husein y los otros acusados entraron silenciosamente en la sala, a diferencia de sesiones anteriores, en las que gritaron lemas y discutieron con el juez.