Dice que la situación en Irak ha mejorado pero avisa que la violencia es un problema "político" que usa la religión como "instrumento"
MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Bagdad, monseñor Jean Benjamin Sleiman, opinó hoy que los ataques del pasado domingo a iglesias cristianas en Irak forman parte de un intento por impedir el "proceso político de diversificación" de etnias y religiones dentro del país y, por tanto, la "reconciliación nacional".
En rueda de prensa en Madrid acompañado del director de Cáritas Irak, Nabil Nissan, el arzobispo lamentó que, aunque la situación de los cristianos que viven en el país árabe ha mejorado sustancialmente en los últimos años, ataques como los del pasado domingo hacen que "todo lo construido" se derrumbe.
Por ello, Sleiman expresó su temor a que estos ataques, una cadena de atentados en Bagdad contra cinco iglesias que provocaron cuatro muertos y decenas de heridos, hagan que el miedo se apodere de la comunidad cristiana --actualmente de unos 400.000 miembros, aunque no hay cifras exactas--, le haga "perder la esperanza" y quieran abandonar el país.
Aún así, consideró que la violencia en Irak es un problema "más político que religioso", por lo que la religión se utiliza como "instrumento". A su juicio, estos ataques pueden ser un modo de querer empujar a los cristianos a abandonar el país, pero también de demostrar que el Gobierno iraquí no es capaz de llevar seguridad allí donde se acaban de retirar las tropas estadounidenses.
Para el arzobispo, Irak tiene un "problema de unidad" a pesar de los esfuerzos que reconoce que ha hecho el Ejecutivo de Nuri al Maliki, y aunque reconoció que la situación "está mejorando" en lo que respecta a la seguridad, también advirtió de que la paz aún no es una "realidad".
Según explicó, la situación que ahora se vive en el país árabe, donde en 2008 descendieron drásticamente los índices de violencia, "se puede aprovechar para construir algo nuevo". "Irak necesita una reconstrucción completa", añadió.
CARENCIAS SANITARIAS
Por su parte, el director de Cáritas Irak subrayó que entre los proyectos que la organización está desarrollando actualmente en el país tienen que ver fundamentalmente con la mejora de los servicios sanitarios, uno de los sectores más dañados por los seis años de conflicto.
Así, Nissan indicó que Cáritas Irak trata de ayudar a hacer frente a todos los problemas con los que se enfrenta diariamente el personal médico y facultativo, entre ellos la falta de medicinas para atender las enfermedades crónicas y graves o instrumental quirúrgico.
En Irak se necesitan alrededor de 300.000 médicos para asistir todas las necesidades que ha dejado el conflicto, ya que el 40 por ciento del personal sanitario y docente ha huido del país en los últimos años por motivos de seguridad.
Según Nissan, otro de los principales problemas es la falta de cualificación del personal que trabaja hoy en día en los hospitales, ya que muchos médicos y enfermeros son muy jóvenes y no han recibido la educación necesaria.
Ante esta situación, el arzobispo de Bagdad hizo un llamamiento a los países europeos para que ayuden a la reconstrucción de Irak, ya que advirtió de que las "consecuencias de la violencia en Oriente Próximo muchas veces llegan a Europa", continente al que, según destacó, han llegado en los últimos seis años miles de refugiados iraquíes.
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