LONDRES 25 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -
El primer ministro británico, Tony Blair, consideró hoy que retirar ahora las tropas de Irak significaría una "traición" a los sacrificios realizados por los soldados británicos en el país. Además, respecto a las peticiones de que haya un debate en la Cámara de los Comunes sobre la situación en ese país dijo estar dispuesto a hacerlo "en cualquier momento".
"Sólo nos vamos a retirar cuando los iraquíes puedan afrontar su propia seguridad", dijo durante su intervención semanal en la Cámara de los Comunes. "Hacer cualquier otra cosa sería una traición completa, no sólo a los iraquíes sino a los sacrificios realizados por nuestras fuerzas armadas", declaró el primer ministro.
Durante su intervención en el Parlamento, Blair recordó la mejora habida en el país tras la caída del poder de Sadam Husein y dijo que los ciudadanos de Irak "tienen ahora la oportunidad de una democracia que funcione correctamente y debemos apoyarles".
Blair respondió así tras unas semanas llenas de polémica, después de que el responsable del Ejército británico realizara unas declaraciones al diario 'Daily Mail' pidiendo que las fuerzas de su país se retiren pronto de Irak y asegurando que se había planificado de forma errónea la postguerra. Luego rectificó diciendo que no quiere la retirada inmediata sino cuando los británicos hayan cumplido con su trabajo en la zona.
El general Richard Dannat aseguró hablar defendiendo lo que es mejor para el Ejército. Fue nombrado responsable del ejército en agosto y aseguró que con sus declaraciones quería indicar que las dificultades que hay en el mundo no están causadas por la presencia de las tropas de la coalición en Irak, aunque su presencia aumenta el malestar y la violencia en la zona.
PETICION DE LA OPOSICION
Por su parte, el líder liberaldemócrata, Menzies Campbell, aprovechó su intervención parlamentaria para pedir que el fiscal general de Estado solicite la extradición de los soldados acusados de la muerte del periodista británico de la cadena de televisión ITN, Terry Lloyd, ocurrida en Irak.
En este sentido criticó la política de extradición que existe entre los dos países, ya que ésta ha sido firmada por Reino Unido y no por Estados Unidos, por lo que no existe "reciprocidad" en los casos de extradición.
El reportero murió tras ser alcanzado por una bala estadounidense cuando se encontraba cerca de Basora, en el sur de Irak, el 22 de marzo de 2003. Lloyd y sus colegas se encontraban cerca de un puente en esta zona del sur cuando se inició un fuego cruzado entre las fuerzas estadounidenses e iraquíes. Los exámenes forenses determinaron que Lloyd recibió un primer disparo de bala por parte de los iraquíes, pero del que hubiera podido sobrevivir con el tratamiento adecuado.
El periodista fue puesto en un minibús para ser trasladado a un hospital, pero entonces recibió un tiro en la cabeza por parte de los marines estadounidenses. Su interprete libanés, Hussein Osman, también murió y su cámara Fred Nerac, nunca fue encontrado. El único superviviente fue el cámara belga, Daniel Demoustier.
Lloyd cubría la invasión estadounidense y británica de una forma libre sin estar bajo la protección del Ejército. Nada más conocerse la investigación, sus familiares pidieron explicaciones y que los responsables de su muerte rindan cuentas ante la justicia.