WASHINGTON 25 Oct. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, admitió hoy no estar "satisfecho" con la situación en Irak y asimismo subrayó que la paciencia norteamericana no es ilimitada durante una sesión de preguntas en la Casa Blanca, a 13 días de las elecciones legislativas.
"Sé que muchos americanos no están satisfechos con la situación en Irak", reconoció Bush, para inmediatamente asegurar: "Yo tampoco estoy satisfecho". En este sentido, tras insistir en que su Administración trata de dejar claro "que la paciencia de América no es ilimitada", aseguró que no pondrán "más presión de la que pueda soportar el Gobierno iraquí", pero sí la suficiente para que las autoridades iraquíes acepten más responsabilidad en su destino.
A pesar de que los sondeos de oponión subrayan la reticencia de la opinión pública contra la guerra de Irak, así como el número creciente de candidatos republicanos críticos e impacientes con las políticas del Gobierno, Bush reconoció en público su "profunda preocupación" por "los duros enfrentamientos" a los que están sometidas las tropas estadounidenses y que también preocupan a los "americanos".
"Se han producido graves enfrentamientos, muchos enemigos insurgentes han sido asesinados o capturados y nosotros hemos sufrido bajas por nuestra parte", admitió Bush, que subrayó la pérdida en octubre de 93 soldados estadounidenses en Irak, "la peor (cifra) desde octubre de 2005", insistió.
"Durante el mismo periodo aproximadamente, más de 300 agentes de seguridad iraquíes han perdido la vida en combate. Los civiles iraquíes han sufrido una violencia indescriptible a manos de los terroristas, insurgentes, milicias ilegales, grupos armados y criminales", aseguró.
En este sentido, admitió que "los norteamericanos no tienen intención de tomar parte en un enfrentamiento sectario ni quedarse en medio de un cruce de fuego entre facciones rivales", en respuesta a las críticas del Partido Demócrata que denuncia un compromiso ilimitado de las fuerzas de seguridad nortemaricanas en el país, mientras el Gobierno iraquí no logra conciliar las posturas de chiíes, suníes y kurdos.