WASHINGTON 31 May. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, manifestó hoy que se sintió "agitado" por las acusaciones vertidas contra marines estadounidenses que habrían asesinado a 24 civiles iraquíes desarmados a sangre fría y aseguró que "si se han violado las leyes habrá castigos".
Estos fueron los primeros comentarios de Bush sobre el asesinato de los iraquíes en la ciudad de Hadita, al oeste del país, el pasado mes de noviembre.
Bush informó de que ha tratado el tema de Hadita con el presidente de los Jefes de Personal, el general Peter Pace. "Es un marine orgulloso. Nadie está más preocupado por estas acusaciones que la propia Marina. El cuerpo de marines está lleno de gente honorable que entiende las reglas de la guerra", afirmó.
"En el caso de que estas alegaciones sean ciertas, el cuerpo de marines trabajará duro para asegurarse de que la cultura del orgullo sea reforzada", manifestó el presidente. "Y aquellos que violaron la ley, si lo hicieron, serán castigados", puntualizó.
"Estoy agitado por las informaciones iniciales", confesó el mandatario norteamericano. "Soy consciente de que hay una investigación en marcha. Si las leyes se rompieron, habrá castigos", aclaró.
Si se confirma esta matanza injustificada, el episodio podría ser el caso más serio de mala conducta criminal cometida por las tropas estadounidenses durante los tres años de combate en Irak. Hasta ahora, el más famoso y desafortunado incidente fueron las torturas cometidas sobre presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, que salió a la luz en abril de 2004 y que Bush consideró el peor error norteamericano de la guerra.
Una vez que finalice la investigación militar, quizá en junio, se enviarán las conclusiones al comandante de la Marina en Irak, que decidirá si se lleva a un juzgado militar bajo cargos de asesinato u otras violaciones del Código Uniforme de la Justicia Militar.