AMÁN 30 Nov. (EP/AP) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, presionaron hoy al primer ministro iraquí, Nuri al- Maliki, para que desmantele al Ejército del Mahdi, la milicia del dirigente chií Muqtada al Sadr, pero el jefe del Ejecutivo iraquí se mostró evasivo y se limitó a responder que no supone "un gran problema".
Según un colaborador de Al Maliki presente en la cumbre celebrada hoy en Amán, Bush y Rice insistieron en preguntar a Al Maliki sobre sus propósitos de acabar con el Ejército del Mahdi. "No es un gran problema y encontraremos una solución a esto", afirmó a Bush el primer ministro, citado por el colaborador, que se mantuvo en el anonimato.
Al Sadr es un aliado clave en el Gobierno de Al Maliki y el primer ministro ha desatendido las frecuentes demandas de Estados Unidos para que se desmantelen sus milicias.
Por otra parte, según la misma fuente, Al Maliki aseguró a Bush que su Gobierno entregó recientemente a Siria una lista con los nombres de destacados miembros del partido Baas --al que pertenecía el ex presidente Sadam Husein-- que actualmente residen en territorio sirio y que siguen jugando un papel en la insurgencia interna iraquí.