BAGDAD, 21 Ene. (EP/AP) -
Los políticos chiíes están de acuerdo en que es necesario incluir a la comunidad suní en el nuevo Gobierno, pero reclaman a ésta que condene la violencia y urja a los insurgentes a dejar las armas, según informó hoy una fuente estadounidense.
Después de que ayer viernes se publicaran los resultados definitivos de las elecciones, se espera que las negociaciones para formar coalición de gobierno comiencen cuanto antes.
Dirigentes políticos suníes pidieron hoy la creación de un Gobierno de unidad nacional e indicaron que usarán sus escaños en el Parlamento para controlar el poder de sus rivales chiíes, que obtuvieron la mayor cantidad de escaños en la nueva legislatura.
Los resultados oficiales confirman que la coalición de los partidos religiosos chiíes que domina el Gobierno saliente obtuvo nuevamente el mayor número de escaños en el próximo Parlamento, aunque no los suficientes para gobernar sin aliados.
La Alianza Unida Iraquí de los chiíes consiguió 128 de los 275 escaños en los comicios del 15 de diciembre, 18 menos que en las elecciones de enero de 2005. La alianza de los dos partidos kurdos --aliados con los chiíes en el Gobierno saliente-- consiguió 53 bancas, comparado con 75 en las elecciones de enero.
Mientras, una lista suní, el Frente Acuerdo Iraquí, se hizo con sitio para 44 diputados, y otra coalición suní, encabezada por Saleh al Mutlaq, terminó con 11 escaños.
Esto dará a los árabes suníes un peso mayor en la legislatura que el que tienen en el Parlamento saliente, donde apenas 17 miembros provenían de la comunidad que constituye la columna vertebral de la insurgencia. Muchos suníes habían boicoteado los comicios de enero, pero la participación de esta comunidad en los de diciembre fue mucho mayor.
El anuncio del viernes allana el camino para intensas negociaciones destinadas a formar un nuevo Gobierno. En distintas conferencias de prensa hoy, dos dirigentes políticos suníes expresaron su interés en unirse a un Gobierno de coalición.
"Participaremos de manera activa en el proceso político", aseguró Adnan al Dulaimi, líder del Frente de Acuerdo Iraquí. "Creemos en lograr la estabilidad, poner fin a los arrestos al azar, liberar a todos los detenidos, eliminar el sectarismo y evitar que cualquier grupo sectario domine el Gobierno y controle el país de manera dictatorial", afirmó. Al Mutlaq, por su parte, prometió trabajar en favor de "un Gobierno de unidad nacional" que combata el sectarismo.
