Irak.- Crocker asegura que el apoyo de EEUU "no es un cheque en blanco" y admite "decepción" en el avance en Irak

Actualizado: miércoles, 22 agosto 2007 1:40

BAGDAD, 21 Ago. (EP/AP) -

El embajador estadounidense en Irak, Ryan Crocker, advirtió hoy de que el apoyo de Estados Unidos en el país árabe "no constituye un cheque en blanco" tras reconocer "la decepción y la frustración" por la falta de progresos sobre el terreno a escala nacional en Irak.

Así lo reconoció desde Bagdad, a pocas semanas de presentar en la primera quincena de septiembre ante el Congreso y junto al máximo responsable militar norteamericano en Irak, el general David Petraeus, un informe sobre la evolución de la guerra en Irak.

Tras calificar los problemas a los que se enfrenta Irak de difíciles, si bien recalcó todavía con solución, pidió más tiempo para impulsar su labor diplomática sobre el terreno y la del contingente militar reforzado de Estados Unidos en Irak.

Por otra parte, destacó que si el Ejecutivo iraquí "fracasa" en cumplir con los objetivos que Washington le marcó en cuanto a aprobar legislaciones destinadas a impulsar la reconciliación nacional en el país "no significa un fracaso del Estado o de la sociedad definitivo", aseguró.

No obstante, reconoció que "el progreso a nivel nacional ha sido extremadamente decepcionante y está frustrando a todos los implicados, a nosotros, a los iraquíes y a los propios líderes iraquíes".

En este sentido, Crocker admitió que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, de confesión chií, trabaja "a la sombra de un gran trauma nacional" y subrayó que Washington continuará apoyando a su Ejecutivo "en sus esfuerzos por alcanzar la reconciliación nacional y proporcionar una gobernabilidad efectiva a la población de Irak".

"No se trata sólo del primer ministro, es el Gobierno en su conjunto el que tiene que actuar", aseguró, e insistió en que el "apoyo" de Estados Unidos sobre el terreno "no constituye un cheque en blanco".

Crocker reconoció la existencia de "mucha violencia" en el sur de Irak, donde dos recientes atentados con bomba mataron el pasado lunes al gobernador Mohammed Ali al Hassani, en la provincia de Mutana, y al gobernador Jalil Jalil Hamza, en la provincia vecina de Qadasiya nueve días antes.