WASHINGTON, 17 May. (EP/AP) -
Tres soldados estadounidenses que fueron asesinados en el sur de Bagdad en junio del año pasado no fueron adecuadamente protegidos durante la operación que estaban llevando a cabo, la cual no fue correctamente planeada y ejecutada, según concluye una investigación.
Como resultado de estos errores, dos altos mandos han sido relevados de sus brigadas, pero ninguno de ellos se enfrentará a cargos criminales, según informó a la agencia AP un oficial militar.
Un informe de la investigación asegura que el líder de la sección a la que pertenecían los soldados y un comandande de la compañía, cuyos nombres no han sido revelados, cometieron errores en la supervisión de la operación o al ejecutar el protocolo militar.
El sumario de la investigación del caso, de siete páginas, al que tuvo acceso AP afirma que los insurgentes podrían haber preparado el ataque unos dos días antes, y que las fuerzas de seguridad iraquíes instaladas cerca del destacamento estadounidense probablamente vieron y oyeron lo que sucedía y "decidieron no ser un participante activo en el ataque por ninguna de las dos partes".
