MADRID 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Asuntos Políticos de la Embajada estadounidense en Irak, Margaret Scobey, aseguró hoy que su país no tiene una fecha marcada para su retirada del país, aunque afirmó que las tropas no se mantendrán "mas tiempo de lo necesario".
"No hay una fecha límite para la retirada de tropas" estadounidenses, aseguró Scobey a periodistas españoles durante una videoconferencia desde Bagdad, insistiendo en que, aunque "no hay un calendario", la consigna es "nunca mantenerse más tiempo de lo necesario".
El pasado martes, el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, el general George Casey, declaró que las fuerzas iraquíes tendrán capacidad para asumir plenamente la seguridad del país en los próximos 12 a 18 meses con un mínimo apoyo estadounidense.
La consejera explicó que Estados Unidos continúa manteniendo una "relación muy estrecha" con el Gobierno iraquí, con las fuerzas de reconstrucción internacionales y con las fuerzas iraquíes. En este sentido, se refirió al cambio de la situación en Irak, tres años y medio después de la invasión, y a la "reorientación" que ha motivado.
Así, Scobey apuntó a Al Qaeda como la responsable de gran parte de la violencia interconfesional que está recorriendo el país, acusando a la organización terrorista de haber "facilitado" el atentado contra el santuario chií de Samarra el pasado mes de febrero que disparó los asesinatos sectarios.
Asimismo, acusó a algunos países vecinos de "no ayudar mucho" a Irak en su proceso de democratización. Un proceso, aseguró Scobey, del que "depende" la seguridad en Estados Unidos y en todo el mundo. En referencia a las palabras pronunciadas ayer por el presidente George W.Bush, en las que manifestaba su insatisfacción por la situación en Irak, Scobey señaló que "nadie está satisfecho cuando hay inocentes que son asesinados en la violencia sectaria.
Además, aseguró que los altos mandatarios iraquíes "utilizan todos los medios posibles" para luchar contra la violencia sectaria, mientras que las fuerzas estadounidenses continúan trabajando con líderes religiosos y político, y luchando contra las "fuentes de violencia", entre las que incluyó a "elementos del antiguo régimen de Sadam Husein", a miembros de Al Qaeda y "otros terroristas".