En un encuentro celebrado en Damasco, acuerdan buscar financiación alternativa para soportar los costes de este aumento de pacientes
MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los iraquíes desplazados que viven en Egipto, Jordania y Siria seguirán recibiendo la misma atención sanitaria que recibe la población originaria de estos países vecinos a Irak, que buscarán fuentes alternativas de financiación para resolver el problema de saturación y altos costes que sufren sus sistemas sanitarios. Este es el principal compromiso alcanzado por las autoridades y organismos internacionales que participaron entre los pasados 29 y 30 de julio en el encuentro celebrado en Damasco (Siria) a convocatoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de hablar sobre las necesidades sanitarias de los desplazados iraquíes.
A la Consulta Ministerial de Damasco acudieron los ministros de Sanidad y Asuntos Exteriores de Egipto, Irak, Jordania y Siria, así como representantes de la Media Luna Roja y de Cruz Roja Internacional, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR), UNICEF, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, siglas en inglés), la Oficina de la ONU para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA, en inglés) y la OMS.
Durante el encuentro, los participantes discutieron acerca de cómo mejorar el acceso al sistema sanitario para los ciudadanos iraquíes que han fijado su refugio en Egipto, Jordania o Siria. Los asistentes a la reunión reconocieron que estos países estaban ya realizaron una contribución esencial para atender las necesidades sanitarias de los iraquíes desplazados que viven en sus fronteras. A pesar del aumento del volumen de trabajo que tienen que soportar sus sistemas de salud, los gobiernos anfitriones están en estos momentos recibiendo escasas ayudas para el gran coste adicional que les está suponiendo.
VERDADERAS DIFICULTADES PARA LOS DESPLAZADOS
Por este motivo, una gran cantidad de desplazados iraquíes, particularmente aquellos que precisan de hospitalización o cuidados especiales, están teniendo que enfrentar verdaderas dificultades para conseguir acceder a unos cuidados sanitarios adecuados.
Ante esta situación, los ministros reafirmaron su compromiso de continuar proporcionando cuidados sanitarios a los desplazados iraquíes. Los representantes del Gobierno iraquí y de los países receptores de desplazados reiteraron asimismo su compromiso de compartir los costes adicionales que conlleva el problema, pero en colaboración con la comunidad internacional. Todos se mostraron de acuerdo con buscar recursos para reforzar sus sistema sanitarios.
Más de dos millones de iraquíes huyeron y viven ahora desplazados en países vecinos, la mayoría en Siria y Jordania, aunque muchos de ellos se encuentran refugiados en Egipto, Irán, Líbano y Turquía. Estos países anfitriones están tratando de cubrir las necesidades sanitarias de esta población pero sus sistemas sanitarios están siendo saturados por el excesivo número de desplazados desde Irak.
Para el doctor Husein Gezairy, director regional de la OMS para la Región Este del Mediterráneo, se trató de "un importante encuentro y un compromiso clave por parte de los países anfitriones afectados" del que se sacó en claro que los desplazados iraquíes "están esperando ser tratados del mismo modo que la población local respecto al acceso a la atención del sistema sanitario", concluyó.
