Irak.-El ex director de Petróleo por Alimentos asegura que el acercamiento mediante sanciones a Irak en 1990"fue ilegal"

Actualizado: viernes, 15 junio 2007 0:18

MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El que fuera director entre 1998 y 2000 del Programa Petróleo por Alimentos, Hans C. von Sponeck, denunció hoy que "el acercamiento a Irak" por parte del Consejo de Seguridad de la ONU "fue ilegal" al aprobar éste "las peores sanciones nunca impuestas a ningún país" durante más de una década.

Durante la presentación de su libro 'Autopsia de Irak' en la Biblioteca Nacional de Madrid, el autor defendió que si bien "las sanciones económicas" que durante 13 años pesaron sobre Irak, emitidas por el Consejo de Seguridad de la ONU, debido a la "invasión de Kuwait por parte de Irak en 1990", "no transcurrió mucho tiempo hasta que el acercamiento a Irak se volviera ilegal".

En su libro, Von Sponeck critica duramente que "seis años y medio del Programa Petróleo por Alimentos el suministro de bienes por valor de 28 billones de dólares para Irak", se tradujera "en una media de 51 céntimos (de dólar) para cada iraquí para alimentos, medicinas, sanidad, agua, agricultura y educación". "Ése fue el verdadera alcance de la ayuda" a los iraquíes, denunció.

"El programa estaba considerado como un programa humanitario (pero) constituido por dinero iraquí. No había ni un sólo céntimo de dinero por parte de Naciones Unidas", explicó el autor durante la presentación de su último libro, en el que insiste en el hecho "escandaloso" de que dicho programa de la ONU, que estaba destinado a aliviar a la población iraquí de las consecuencias directas de las sanciones económicas contra Irak, estuvo "en su totalidad" sufragado con "dinero iraquí".

Por otra parte, destacó que "el peor momento" para él durante sus 30 años de servicio en la ONU fue cuando tras elaborar un informe para "mostrar las condiciones humanitarias y cómo vivía la población" en Irak, supo que el mismo "se extravió". Entonces, lamentó, se dio cuenta de que se había "convertido en un instrumento", momento en el que entendió la dimisión de su antecesor en el cargo, Denis Halliday, al percatarse de la "agenda encubierta" y de la existencia de "información institucionalizada" según la cual los alimentos en Irak eran bien distribuidos, una idea diametralmente opuesta a sus hallazgos que recogieron que "los alimentos no eran entregados a la población y las medicinas eran retenidas y no eran distribuidas a las personas".

Asimismo, cargó duramente contra Washington y Londres por impulsar una sanciones contra Irak y alentar un "acercamiento punitivo" para Irak, al "castigar", dijo, "a la población iraquí por tener el dictador que tenían" en alusión al anterior régimen de Sadam Husein.

No obstante, el autor alemán también arremetió contra las altas instancias de la ONU, después de que la unidad de compensaciones a los kuwaitíes afectados por la invasión de Irak recibiera "17 billones de dólares en un momento de acuciante aumento de la mortalidad" en Irak, dedicando dinero a reparar a empresarios y ciudadanos kuwaitíes cuando "las necesidades básicas de los iraquíes ni siquiera estaban siendo cubiertas".

GASTOS INJUSTIFICADOS

De estos 17 billones, explicó que tres fueron a parar a los empleados, mientras que el resto de 14 millones de destinaron, subrayó, a "escándalos", entre ellos, pagos a diplomáticos estadounidenses, compra de billetes aéreos de Swiss Air, para sufragar flores que Países Bajos intentó importar de Oriente Próximo. "Era como un bazar", lamentó, "menos de un tercio" de los fondos asignados "estuvieron justificados".

A pesar de tachar Von Sponeck de "dictador ruin" a Sadam Husein, y admitir en su libro las "partidas ilegales" por valor de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares que amasó cada año el ex presidente iraquí, subrayó que "la causa" de dicha adquisición ilegal "estaba en el Consejo de Seguridad de la ONU al no permitir que ni un dólar fuera a parar a manos de Sadam Husein" para, supuestamente, impedir que obtuviera bienes y productos prohibidos como el cloro o el grafito --lo que llevó a la prohibición de que Irak importara, incluso, lápices para los escolares--, aptos para fabricar armas de destrucción masiva.

En este sentido, calificó de "basura" la idea de que si Husein no se hubiera hecho con estas partidas de dinero ilegalmente, "la población iraquí no hubiera sufrido", ya que la asignación media de 51 céntimos de dólar para cada iraquí apenas se habría elevado a "65 céntimos, todavía insuficiente para comprar un café en Madrid".

Además, lamentó la "burocratización" excesiva que dificultaba "introducir bienes en Irak", ya que en ocasiones "se necesitó más de un año para que algunos productos llegaran a Irak".

Tras lamentar que Naciones Unidas "violó la convención de La Haya", igualmente criticó que "no haya habido ni una sola propuesta para introducir Irak en la agenda (internacional) para discutir lo que ocurrió durante 13 años (de sanciones) y lo que está ocurriendo ahora", tras la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en marzo de 2003 que ha abocado a la población iraquí a más de cuatro años "de duro conflicto".