BAGDAD, 11 Dic. (EP/AP) -
Las fuerzas de seguridad iraquíes están haciendo todo lo que pueden para proteger a las víctimas de la violencia interconfensional en Bagdad, incluyendo a las familias que están siendo sacadas de sus casas en los barrios mixtos de chiíes y suníes, aseguraron hoy fuentes gubernamentales.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamed al Askari, explicó que los soldados iraquíes entraron hoy en Ghazaliya, una zona predominantemente suní del oeste de Bagdad, para liberar a 23 iraquíes que habían sido secuestrados en un puesto de control falso. "Matamos a un terrorista y detuvimos a otros cuatro", aseguró Al Askari en rueda de prensa.
Los recientes ataques contra suníes en Hurriyah, un barrio mixto del noroeste de Bagdad, han aumentado los temores de que esté produciéndose o pueda producirse una campaña organizada por parte de milicianos chiíes para expulsar a los suníes de la zona. Testigos han señalado que cientos de familias suníes han huido del barrio en las últimas semanas, mientras organizaciones suníes acusan al Ejército y la Policía iraquíes, dominada por los chiíes, de hacer poco por acabar con la situación.
Los comandantes iraquíes han negado la acusación, asegurando que han animado a los suníes a permanecer en Hurriyah. "Algunas personas están utilizando lugares como Hurriyah para apoyar la falsa acusación de que el Gobierno y sus fuerzas de seguridad son incapaces o no desean parar la violencia", agregó el portavoz.
