BAGDAD 6 Nov. (EP/AP) -
Un grupo de francotiradores atacaron este domingo la oficina central estadounidense en Faluya en un nuevo incidentes que, esta vez, se saldó sin muertos. Horas antes, cuando aún no se había hecho pública la condena a muerte s Sadam Husein, 53 insurgentes perdieron la vida en un enfrentamiento con tropas estadounidenses e iraquíes.
Este último ataque, que tuvo como sede uno de los bastiones suníes del sur de Bagdad, se saldó sin muertes, heridos ni detenciones, según aseguró un policía local que se expresó desde el anonimato.
Minutos después de conocerse la condena a Husein, la Policía iraquí y un grupo de asaltantes se enfrentaron en el distrito suní de Azamiya, en el norte de Bagdad, según informaron varios testigos.
El primer ministro iraquí, Nouri Al Maliki, ordenó ayer cambiar de temporal a indefinido el carácter del toque de queda anunciado para prevenir incidentes tras el anuncio del veredicto del primer juicio en el que están encausado el ex dictador Sadam Husein. El toque de queda se impuso a partir de las 4:00 hora peninsular española, en Bagdad y otras dos provincias suníes del centro del país.
El toque de queda incluye tanto a vehículos como a personas y afecta a las provincias de Diyala y Salahuddin, donde se encuentra la ciudad natal de Sadam Husein, Tikrit. También el aeropuerto internacional de Bagdad también permanecerá cerrado indefinidamente desde el domingo, según informó a la televisión estatal iraquí un responsable del Ministerio de Transportes.
El Alto Tribunal de Justicia de Irak sentenció al ex dictador Sadam Husein a la pena capital por ahorcamiento por los cargos de crímenes contra la humanidad. Junto a él, también han sido condenados a muerte en la horca su hermanastro, Barzan Ibrahim, y el jefe del antiguo Tribunal Revolucionario de Irak, Awwad Hamad Al Bandar. El ex vicepresidente iraquí y mano derecha del ex dictador, Taha Yassin Ramadan, ha sido condenado a cadena perpetua.
Además, tres oficiales del partido Baath han recibido penas de hasta 15 años por los cargos de asesinato y tortura, mientras que otro de los acusados, Mohammed Azawi Ali por falta de pruebas, en una sesión que comenzó con la expulsión del ex fiscal general de Estados Unidos, Ramsey Clark, miembro del equipo de abogados defensores de Husein.
Husein y el resto de acusados eran juzgados por la masacre de 148 chiíes cometida en 1982 en Dujail, una ciudad al norte de Bagdad, después de que fracasara un intento de acabar con la vida del ex dictador.