AMÁN 18 Ene. (EP/AP) -
El rey de Jordania, Abdulá II, consideró hoy, ante el vicepresidente iraquí Tariq al Hashemi, que el pueblo iraquí y sus dirigentes deben dejar de lado sus diferencias para poder recuperar la seguridad en el país.
Asimismo, el monarca también pidió a los iraquíes de confesión suní que participen en el proceso de toma de decisiones de su país, ya que si no lo hacen, convertirán al país en una "víctima del caos y la avaricia extranjera", en una aparente referencia a la creciente influencia de Irán en Irak.
Durante el encuentro, que se desarrolló a puerta cerrada, el rey dijo al viceministro que los líderes iraquíes deben "avanzar en el camino hacia la restauración de la seguridad y la estabilidad y la construcción de un futuro mejor para el pueblo iraquí", según informó la agencia de noticias Petra.
Al igual que otros aliados de Estados Unidos en la región, como Egipto y Arabia Saudí, Jordania teme que la creciente influencia de los musulmanes chiíes pase desde Irán, a través de Irak, hasta Siria y Líbano.