BAGDAD 13 Mar. (EP/AP) -
Un juez del régimen de Sadam Husein reconoció haber condenado a muerte a 148 chiíes durante la década de 1980, aunque insistió en que tuvieron un juicio justo y confesaron tramar el asesinato del ex presidente iraquí.
El otrora juez supremo de la Corte Revolucionaria Awad al Bandar, afirmó que sentenció a los 148 y acotó que el juicio se efectuó "de acorde a la ley". "La Corte no tiene otra opción que la de implementar la ley", dijo, agregando que este proceso, celebrado en 1984, duró dos semanas y hubo abogados para los acusados.
"¿Cómo pudo recoger el testimonio de 148 personas tan rápido?", le preguntó hoy el juez a Al Bandar, quien respondió que los 148 se declararon culpables. "Estábamos en guerra con Irán y confesaron que han seguido órdenes procedentes de Irán", anotó.
Aquél juicio masivo es visto como clave en el proceso a Sadam Husein y siete ex altos miembros de su régimen. Los ocho están acusados del asesinato de los 148 chiíes, así como del encarcelamiento ilegal y tortura de varios cientos de personas, incluyendo mujeres y niños, durante una operación contra esta comunidad en la ciudad de Dujail en 1982, después del intento de asesinato contra Sadam.
Los acusados podrían ser condenados a la horca si son hallados culpables. Sadam ha reconocido que ordenó el juicio de los 148 ante su Corte Revolucionaria. Sin embargo, argumentó que tenía derecho a hacerlo porque estaban acusados de tramar su asesinato.
Sin embargo, la Fiscalía ha indicado que el juicio fue "imaginario" y que ninguno de los 148 estuvo ni siquiera en la Corte Revolucionaria que les condenó a muerte. Por primera vez en el juicio a Sadam, el tribunal está escuchando los testimonios de los dos principales defensores: Awad al Bandar y Taha Yassin Ramadan, quien fuera miembro del Partido Baas de Sadam y posteriormente vicepresidente de Irak.
Después de cinco horas de interrogatorio, el juez Rauf Abdel Rahman levantó la sesión hasta el próximo miércoles, fecha en la que probablemente esté en el estrado el medio hermano de Sadam, el ex jefe de Inteligencia Barzan Ibrahim.
Mientras, Ramadan leyó un comunicado en el que rechazó la legitimidad del tribunal y aseguró que había sido torturado por las fuerzas estadounidenses desde su captura en 2003. Asimismo, insistió en que las acciones del régimen en Dujail fueron legales.
Sadam y el resto de acusados justificaron la operación en respuesta al intento de asesinato del ex líder iraquí el 8 de julio de 1982, cuando pistoleros abrieron fuego contra la caravana de vehículos en la que viajaba Sadam y su comitiva.