BAGDAD 19 Sep. (EP/AP) -
Un agente de seguridad kurdo mostró hoy en el juicio contra Sadam Husein una serie de quemaduras que, aseguró, sufrió cuando los Ejércitos del depuesto dictador atacaron su población del norte de Irak en 1988.
"Un escuadrón de aviones voló en el cielo. Empezaron a bombardear la zona y las bombas eran de dos tipos, algunas producían fuertes explosiones y las otras eran hasta cierto punto silenciosas", declaró ante el tribunal el comandante Iskandar Mahmud Abdul-Rahman, de 41 años, mientras recordaba el ataque contra la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) el 20 de marzo de 1988.
"Nos tiramos al suelo y nos cubrió un humo blanco que olía horrible", prosiguió el thestigo, vestido con un traje de tipo occidental de color gris y un alfiler de corbata con los colores de la bandera del Kurdistán.
Asimismo, indicó que después de algunos minutos, se trasladó a otra zona, donde empezó a empeorar su salud. "Mi pulso se aceleró. Empecé a vomitar y a sentirme mareado. Mis ojos me ardían y no podía estar en pie", afirmó en kurdo a través de un intérprete árabe.
El testigo dijo que fue ingresado en dos centros hospitalarios de Irá y que en el segundo de ellos perdió la conciencia durante 10 días. "Los médicos me daban continuamente inyecciones y medicinas, como gotas para los ojos. Me cortaron la piel quemada con tijeras. Puedo mostrarles las cicatrices que continúan visibles en mi cuerpo", declaró, además de asegurar que tiene problemas de visión.
En junio de 1988, Abdul-Rahman informó de que su salud mejoró y fue dado de alta. Pero los médicos le recomendaron que evitara exponerse al sol, indicó.
Abdul-Rahman se quitó la camisa para mostrar sus quemaduras, aunque no quiso hacerlo ante las cámaras. Un periodista presente en la sala explicó que presenta varias cicatrices oscuras, de unos 20 centímetros de largo, en la espalda. El jefe de abogados de Sadam Husein, Jalil al-Dulaimi, y el fiscal Munkit al-Farun, se acercaron para verlas.
La audiencia de hoy es la novena desde el reinicio del juicio contra Sadam Husein el pasado 21 de agosto para responder de las atrocidades cometidas contra los kurdos en la llamada 'Operación Anfal', llevada a cabo en el norte de Irak a fines de la década de los ochenta.
Los fiscales aseguran que unas 180.000 personas fallecieron en la acción, muchas de ellas a consecuencia del gas tóxico. Sadam Husein y los otros seis acusados en el proceso podrían ser condenados a la horca si son declarados culpables.