BAGDAD 7 Jun. (EP/AP) -
El primer ministro iraquí, Nouri al Maliki cumplió hoy con parte de su promesa y ordenó la liberación de casi 600 de los 2000 prisioneros que ayer anunció que recuperarán su libertad.
En lo que parece un intento para tratar de aplacar la ira de los suníes por las alegaciones de detenciones ilegales y maltrato a prisioneros, 594 detenidos salieron de cárceles estadounidenses e iraquíes de todo el país, incluida la de Abu Ghraib.
Al-Maliki que ha hecho de la seguridad y la reconciliación entre la mayoría chií y la minoría suní las prioridades de su Gobierno, había anunciado ayer que 2.500 presos recuperarían su libertad, pero hoy redujo la cifra a 2.000. El Gobierno declaró que los detenidos obtendrán la revisión de sus casos y serán liberados en los próximos días en grupos de unos 500.
Según fuentes oficiales iraquíes, existe un acuerdo por el que se podría conceder la libertad a 14.000 detenidos una vez que sus casos sean revisados. Según datos de la ONU, en Irak hay 28.700 prisioneros. Los liberados hoy fueron llevados hasta una estación de autobuses en Bagdad, donde comenzaron a besar el suelo y a aplaudir.
Al Maliki ya ha especificado que quedan excluidos de esta amnistía los leales al ex dictador Sadam Hussein y a su partido de mayoría suní Baath, así como los "terroristas que tengan las manos manchadas de sangre del pueblo".
Por su parte, un miembro del Partido Islámico, de mayoría suní, Omar al Jubori afirmó que "todos los detenidos en prisiones americanas y gubernamentales serán liberados, para conceder felicidad y esperanza a todo detenido y toda personas oprimida en este país". Aseguró que tras negociar con la Embajada estadounidense y el Ejército norteamericano, y tras la celebración e manifestaciones" se ha alcanzado un acuerdo para liberar a 14.000 detenidos de cárceles americanas". Al Maliki ya ha hecho hincapié en su intención de sustituir a las fuerzas de seguridad estadounidenses por las iraquíes en un plazo de 18 meses, comenzando por las provincias del sur a finales de este año. Este plan permitiría a las fuerzas internacionales tomar un papel de supervisores, y poco a poco, regresar a casa, aunque no está muy claro si el nuevo Gobierno de coalición de la Maliki podrá restaurar el orden en Bagdad y en el resto del país sin la ayuda de la coalición.
CONTINUA LA VIOLENCIA
Pese a todo, en el día de hoy la violencia no se detuvo, y se registraron al menos 14 muertes a lo largo del país. Así, cuatro policías perdieron la vida en un tiroteo con hombres armados que viajaban en tres vehículos en Bagdad.
También en la capital, una bomba en el lateral de una calle mató a dos agentes de Policía e hirió a otros dos en el este de la ciudad, mientras que al oeste se encontraron los cuerpos de dos hombres, que aparentemente fueron torturados hasta la muerte.
En Kirkuk, al norte del país, varios hombres dispararon y mataron a un clérigo suní y a un miembro de la Asociación de Clérigos Musulmanes.
No todo fueron malas noticias y la Policía bagdadí comunicó hoy que de los 50 secuestrados el lunes en la capital, 15 han sido puesto en libertad, aunque algunos presentaban signos de tortura. Según el principal partido suní en la coalición, el culpable de estos secuestros sería el ministerio del Interior, dominado por chiíes.
El Ministerio, que controla la Policía, negó que los agentes del cuerpo estuvieran detrás de los raptos del pasado lunes y manifestó que todo apunta a las milicias, que se cree podrían haberse infiltrado en el cuerpo policial para llevar a cabo secuestros asesinatos y venganzas personales.