BAGDAD 25 Feb. (EP/AP) -
Al menos 19 personas han muerto hoy en los últimos actos de violencia sectaria en Irak, pese al toque de queda declarado por el Gobierno en Bagdad y en tres provincias limítrofes a raíz de la ola de violencia desatada por el atentado con bomba del miércoles contra una importante mezquita chií en Samarra, al norte de la capital.
Al menos seis personas murieron y otras 16 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en Kerbala, ciudad santa de los chiíes al sur de Bagdad, según informó el portavoz del Ministerio de Interior, mayor Falah al Mohamedawi, que precisó que la bomba estaba colocada en un coche aparcado y aparentemente fue detonada por control remoto.
El gobernador provincial, Aqeel al Jazali, en declaraciones a la cadena Al Arabiya, indicó que la explosión se produjo en el norte de la ciudad, cerca del lugar donde varias personas estaban cocinando comida con motivo de una conmemoración religiosa.
Kerbala, que no está cubierta por el toque de queda durante el día, es el lugar donde está enterrado el imán Husein y su hermano el imán Abbas, nietos del profeta Mahoma, por lo que es considerado uno de los lugares sagrados por los chiíes.
Por otra parte, hombres armados irrumpieron hoy en la residencia de una familia chií al noreste de Bagdad matando a trece de sus miembros, según informó la Policía. El ataque se produjo en Buhriz, unos 60 kilómetros al norte de Bagdad, según la Policía provincial. La localidad, un bastión de la insurgenci suní, ha sido escenario reiterado de la violencia sectaria.
Mientras, en Bagdad, al menos una persona murió y otras dos resultaron heridas hoy por los disparos realizados por hombres armados durante el funeral de la conocida periodista de la cadena Al Arabiya que fue asesinada el pasado miércoles mientras cubría el atentado con bomba contra una importante mezquita chií en Samarra, según informaron el Ejército y la Policía iraquí.
Unas 150 personas, entre ellas numerosos periodistas, recorrían las calles de la zona de Abu Ghraib, en el oeste de la capital, durante la procesión funeraria cuando se produjo el ataque, según informó el corresponsal de la cadena Al Arabiya, que buscó refugio en la casa de un granjero.
"Recordamos que estamos en una ceremonia fúnebre, somos personas normales", señaló en directo desde el lugar de los hechos el corresponsal Diaa al Nasiri. Las fuerzas de seguridad respondieron a los disparos y el Ejército envió a 60 soldados adicionales al lugar de los hechos, según el capitán Jassim al-Wahish.
El ataque se produjo cerca de la residencia de Harith al Dhari, líder de la influyente asociación clerical suní Asociación de Escolásticos Musulmanes, cuyos guardias participaron en el incidente. Al menos dos policías y un civil resultaron heridos en el tiroteo, según el mayor de Policía Falah al Mohamdawi, quien precisó que uno de los policías falleció poco después por las heridas sufridas.
La corresponsal de Al Arabiya Atwar Bahjat, suní, fue asesinada a tiros el miércoles junto con dos colegas en las inmediaciones de Samarra, donde estaban cubriendo el ataque con bomba contra el templo chií de Askariya. La destrucción de esta importante mezquita provocó una ola de violencia sectaria en todo el país que ha dejado más de 140 muertos.