NAYAF (IRAK), 10 Ago. (EP/AP) -
Un suicida ha hecho estallar hoy el cinturón de explosivos que llevaba en su cuerpo cerca de una mezquita chií al sur de Najaf, acabando con la vida de al menos 30 personas e hiriendo a 60, según fuentes oficiales. Entre los muertos se sabe que al menos 22 eran hombres, de los cuales cinco eran policías.
El terrorista se inmoló mientras estaba siendo registrado por la Policia cerca de la mezquita de Imán Alí, ubicada en la zona antigua de la ciudad de Nayaf. Esta ciudad se encuentra a 160 kilometros al sur de Bagdad, y es uno de los destinos de peregrinación fundamentales para los chiíes de todo el mundo, especialmente para los iraníes.
Los diferentes testigos y las fuentes oficiales aseguran haber percibido dos explosiones. La segunda de las bombas afirman que estalló en una parte diferente de la ciudad. Todavía no se sabe si hay alguna relación entre los dos estallidos.
El atentado ha tenido lugar a las 10:30 de la mañana de hoy en un mercado ubicado enfrente de la mezquita de Imán Alí, donde se encuentra el cuerpo de Ali, cuñado del profeta Mahoma. Este lugar es muy frecuentado por peregrinos y por consumidores que acuden al citado mercado. Además, es uno de los lugares más sagrados para los chiíes, que son una vertiente minoritaria del Islam.
Las ciudades de Nayaf y Kufa son la fortaleza del clérigo antiamericano Muqtada al Sadr, y por eso sufren un fuerte control por la policía chií, para prevenir posibles ataques suníes. Aun así, estas dos poblaciones estan sufriendo multitud de ataques desde el pasado mes de febrero.
Pero, sin duda alguna, el más grave de los ataques sufridos en esta zona ocurrió el pasado 18 de julio, cuando un coche bomba explotó en medio de una calle cercana a otra importante mezquita chií de Kufa. En este atentado perdieron la vida 53 personas y resultaron heridas 105.
La mezquita de Kufa históricamente indica el sitio donde Alí fue herido de muerte. Los atentados de hoy son los primeros cerca de la mezquita de Imán Ali. El gran mercado que se encuentra enfrente de la entrada al templo, consta de dos hileras de puestos, una a cada lado, y discurre por diferentes calles.
Al menos 1.500 personas han muerto en Bagdad en el pasado mes de julio, una dramática cifra que supera las 1.000 de enero. La mayoría de las muertes son el resultado de la lucha entre las dos ramas islámicas.
