Según una ONG, al menos 50 cooperantes iraquíes y extranjeros han muerto desde marzo de 2003
BAGDAD, 24 Mar. (EURPOPA PRESS) -
Las ONG que trabajan en Irak han denunciado un incremento del número de amenazas tanto contra las organizaciones locales como las internacionales por parte de desconocidos. Asimismo, según informa la agencia de noticias de la ONU, que cita a una ONG, desde que comenzó la guerra en este país se calcula que al menos 50 cooperantes iraquíes y extranjeros han perdido la vida.
"Sólo esta semana fuimos informados de que cinco importantes cooperantes iraquíes han abandonado su labor debido a constantes y serias amenazas contra ellos", señaló el portavoz de la Asociación de Agentes de Ayuda (AAA) en Irak, Waleed Rashdi. "Nos enfrentamos a serias dificultades al realizar nuestro trabajo porque si ayudamos a la gente recibimos amenazas y si no les ayudamos, recibimos amenazas similares", añadió.
Según un portavoz de la ONG Comité Coordinador en Irak, Cedric Turlan, más de 50 cooperantes iraquíes y extranjeros han muerto desde la invasión de Irak. Sólo en 2005, según esta fuente, al menos ocho cooperantes perdieron la vida y otros dos han sido asesinados desde enero de este año.
No obstante, según Turlan, el número de víctimas mortales podría ser mayor ya que no existen estadísticas. "No tenemos cifras precisas sobre los cooperantes locales asesinados", afirmó, precisando que "en algunos casos, no se informa de los casos de cooperantes locales porque trabajan de forma anónima".
Asimismo, Turlan indicó que desde 2003 las ONG internacionales han recibido más de 130 amenazas. Se estima que actualmente más de 80 ONG internacionales y decenas de ONG iraquíes trabajan actualmente en el país pese a las malas condiciones de seguridad.
La Media Luna Roja Iraquí también ha recibido amenazas anónimas, especialmente durante las operaciones militares. Desde 2004, varios de sus voluntarios han abandonado su labor. "No hemos estado a salvo desde que comenzó la guerra", relata a IRIN un voluntario de este organismo, explicando que "las amenazas proceden de distintos lugares y es difícil ignorarlas".
Según Rashdi, la violencia contra los trabajadores humanitarios se ha incrementado drásticamente en los últimos meses, en especial tras la reciente ola de violencia sectaria en el país. "Los cooperantes locales también sufren como consecuencia de su origen étnico o religioso", señaló.
Por su parte, Turlan resaltó que la violencia contra los cooperantes también tiene serias repercusiones sobre la población local. "La principal consecuencia es que, cuando la población más necesita a los trabajadores humanitarios, se ven privados del apoyo de las ONG, y sus necesidades básicas no se ven satisfechas", lamentó.
