BAGDAD 29 Nov. (EP/AP) -
Parlamentarios y ministros del Gabinete iraquí leales al clérigo radical chií Muqtada al Sader cumplieron hoy su promesa de abandonar sus puestos si el el primer ministro Nuri Al Maliki se reunía con el presidente de Estados unidos, George W. Bush.
Los 30 diputados y ministros aseguraron que su acción es necesaria porque el encuentro que mantendrán ambos mandatario en Jordania constituye "una provocación a los sentimientos de los iraquíes y una violación de sus derechos constitucionales".
Al Maliki y Bush se encuentran en Amman para una cumbre que se extiende hoy y mañana y cuyo objetivo es abordar posibles soluciones para mejorar la seguridad y reducir la violencia interconfesional que se produce en Irak, lo que permitiría allanar el camino para una reducción del contingente norteamericano en el territorio.
"Estamos pegados a nuestra postura, este boicot es válido", declaró el legislador Falih Hassan. "Bush es un criminal que ha matado a muchos iraquíes y no queremos que interfiera en los asuntos de irak. El Gobierno de Irak debe negociar con el Consejo de Seguridad de la ONU, no con el líder de un país que está ocupando Irak", afirmó.
En el día de hoy, al menos 13 insurgentes y 15 civiles han sido asesinados en Irak, incluidas dos mujeres que se vieron atrapadas en el fuego cruzado entre militares de la coalición y milicianos en el norte de Bagdad, informaron fuentes policiales. Asimismo se hallaron los cuerpos destrozados de nueve civiles secuestrados y torturados.
Entre las víctimas del día se incluyen cuatro iraquíes muertos y 35 heridos por cauro ataques de mortero, tres bombas colocadas en carreteras y un coche bomba en Bagdad, informó la Policía. Adicionalmente, el Ejército estadounidense confirmó la muerte de dos de sus soldados, lo que eleva la cifra total desde el comienzo de la invasión en 12003 a 2883 militares norteamericanos fallecidos.