BAGDAD 24 Feb. (EP/AP) -
El más influyente líder político chií, Abdulaziz al Hakim, hizo hoy un llamamiento a la unidad a chiíes y suníes y condenó el asesinato de iraquíes en un intento por ayudar al país a evitar sumirse en una guerra civil tras la ola de violencia provocada por la destrucción de una mezquita chií el miércoles en Samarra.
En una declaración, Al Hakim, líder del Consejo Supremo de la Revolución Islámcia en Irak, afirmó que los que perpetraron el atentado con bomba el miércoles en la mezquita de Askariya, en Samarra, "no representan a los suníes en Irak".
Así, responsabilizó a los fieles al ex presidente Sadam Husein y a los seguidores del líder Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui, subrayando que "tenemos que estar unidos para eliminarles". "Es lamentable que las cosas hayan llegado al grado de que los suníes y los chiíes están pagando por los crímenes cometidos por el enemigo del Islam y los iraquíes", afirmó.
"Esto es para lo que está trabajando Al Zarqaui, es decir, para prender las disputas sectarias en el país". Por ello, añadió, "hacemos un llamamiento a la autocontención y a no dejarse arrastrar por los complots del enemigo de Irak".