WASHINGTON 2 Ago. (EP/AP) -
Las pruebas reunidas en torno a la muerte de 24 civiles iraquíes en la localidad de Haditha, en el este del país, apoyan las acusaciones d que los marines estadounidenses dispararon deliberadamente contra ellos, entre los que había mujeres y niños desarmados, según informaron hoy fuentes del Departamento de Defensa.
Los agentes del Servicio de Investigación Criminal Naval han completado su trabajo inicial sobre el incidente el pasado noviembre, pero se les podría pedir que investigaran más mientras los fiscales del cuerpos de Marines y de la Marina revisan las pruebas y determinan si recomiendan cargos criminales, según dos responsables del Pentágono que pidieron el anonimato.
La decisión sobre si se presentan cargos criminales será adoptada en último término por el comandante de la unidad de los marines acusados, la Primera Fuerza Expedicionaria de Marine en Camp Pendleton (California). Actualmente el cargo lo ocupa el teniente general John Sattler, pero está previsto que cambie de puesto y su sucesor sea el teniente general James Mattis.
Los marines inicialmente informaron después de las muertes el 19 de noviembre pasado de que 15 civiles iraquíes en Haditha habían fallecido por la explosión de una bomba de fabricación casera en una carretera y por el fuego cruzado entre los marines y los insurgentes. En base a los relatos de los supervivientes, la revista 'Time' informó por primera vez en marzo de que las muertes fueron actos deliberados por parte de los marines.
Entonces, se ordenó la apertura de una investigación criminal por el principal comandante de los marine en Irak, mayor general Richard Zilmer. Una investigación paralela está examinando si los oficiales en la cadena de mando de los Marines intentaron encubrir los hechos.