BAGDAD 6 May. (EP/AP) -
Siete iraquíes fueron secuestrados por un grupo de insurgentes --tres de ellos policías paramilitares--, un agente cayó abatido al estallar una bomba y tres niños murieron alcanzados por fuego de mortero en las primeras horas de hoy en la región de Bagdad, indicó la Policía.
Los secuestros se produjeron en la zona de Mahaweel, con mezcla de suníes y chiíes, a unos 55 kilómetros al sur de Bagdad. Un grupo de insurgentes armados detuvo un coche con tres policías paramilitares del Ministerio de Interior iraquí, explicó el capitán de Policía Muthana Jalid. Cerca de allí, otros presuntos militantes pararon cuatro minibueses y secuestraron a cuatro pasajeros.
Por otro lado, una bomba explosionó al paso de una patrulla de Policía en el este de Bagdad, lo que provocó la muerte de un policía e hirió a otro agente. Este tipo de acciones son habituales entre los grupo de resistencia suníes y combatientes de Al Qaeda en el país.
El lanzamiento de dos cohetes de mortero en el norte de Bagdad alcanzó una vivienda y provocó la muerte de dos niños, además de heridas a una mujer.
Junto a esto, la Policía encontró en Bagdad los cuerpos de siete iraquíes, cinco de ellos suníes. Los agentes creen que estas muertes responden a actos de violencia sectaria.