LAPPEENRANTA, (FINLANDIA), 1 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Eva Cantón)
La comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, admitió hoy que Irán no está cooperando con la comunidad internacional para solucionar la crisis nuclear, pero apostó por lograr una salida diplomática y mantener abiertos los canales de comunicación con Teherán evitando hablar de momento de posibles sanciones.
"Desgraciadamente, Irán ha demostrado que, al menos de momento, no se plantea cooperar en la cuestión nuclear y está claro que en una materia tan importante la comunidad internacional no puede estar allí mirando", reconoció la comisaria en una rueda de prensa poco antes del inicio de la reunión informal de ministros de Exteriores de la Unión Europea que se celebra en la pequeña localidad finlandesa de Lappeenranta, cerca de la frontera con Rusia.
"Pero al mismo tiempo --agregó-- queremos una solución diplomática y espero que los canales de comunicación permanezcan abiertos". "Es verdad que Irán no puede continuar así. Nosotros hemos dicho claramente que queremos que suspendan las actividades de enriquecimiento de uranio, algo que no han hecho hasta la fecha del 31 de agosto, pero creo que, al mismo tiempo, tenemos que mantener los canales de comunicación abiertos", insistió la responsable de Exteriores del Ejecutivo comunitario.
En esta línea, consideró prematuro hablar de sanciones contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad y recordó que, si se hace, será en el contexto del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Así pues evitó posicionarse ahora que todavía hay posibilidades para la negociación.
De hecho, el alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común (PESC), Javier Solana, habló ayer con el principal negociador del programa nuclear iraní, Ali Lariyani, con quien acordó verse "pronto".
Solana ya había avanzado la semana pasada su intención de reunirse con Lariyani para aclarar algunos aspectos del documento que Irán presentó la semana pasada a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Reino Unido, Francia, China, Rusia y Estados Unidos) más Alemania.
Ese documento era, en principio, una respuesta a la oferta de incentivos presentada en junio para que Irán suspendiera el enriquecimiento de uranio. Teherán dejó claro que no habría suspensión pero en su documento hablaba de otros asuntos que los europeos quieren aclarar.
No obstante, la idea inicial de Solana era mantener este encuentro antes del 31 de agosto, la fecha tope dada hace un mes por el Consejo de Seguridad a Irán para que suspendiese el enriquecimiento de uranio.
La crisis nuclear iraní figura en la agenda del encuentro de los ministros de Exteriores europeos que abordarán el asunto en profundidad mañana.