MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Exteriores de Irán ha criticado este viernes al Gobierno de Canadá por su decisión de congelar todos los lazos comerciales con Irán en protesta contra su programa nuclear y las condiciones de los Derechos Humanos en el país.
En respuesta, el portavoz del ministerio, Sayed Abbas Araqchi, ha indicado que "estas decisiones son una continuación de los actos del Gobierno canadiense (contra Irán), ya que no existe una relación económica lo suficientemente importante como para ser cortada", según ha informado la agencia iraní de noticias FARS. En 2012, el comercio bilateral ascendía hasta los 130 millones de dólares (alrededor de 100 millones de euros).
Canadá, cuyas relaciones diplomáticas con Irán han ido empeorando de forma progresiva durante la última década, ya ha impuesto varias sanciones contra Teherán en el plano comercial. En septiembre, el Gobierno canadiense suspendió sus lazos diplomáticos con Teherán y describió al país persa como "la mayor amenaza para la seguridad global".
El miércoles, el ministro de Exteriores canadiense, John Baird, subrayó la especial preocupación de Ottawa ante el fracaso de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) a la hora de conseguir progresos para detener el programa nuclear iraní.
"La ausencia de progresos (...) lleva a Canadá a prohibir, de forma efectiva e inmediata, todas las importaciones y exportaciones desde Irán", manifestó. "Canadá continúa teniendo graves y sinceras preocupación en torno al programa nuclear iraní, así como por su aberrante nivel de respeto a los Derechos Humanos y su apoyo continuado al terrorismo internacional en todo el mundo", remachó Baird.
El informe de la AIEA destaca que las reservas de material nuclear de Irán no ha aumentado de forma equiparable al incremento en su capacidad de enriquecimiento.
Asimismo, indica que Teherán aún no ha pasado esa "línea roja" establecida por Israel para atacar las instalaciones nucleares de Irán antes de que sea demasiado tarde con el objetivo de evitar que las autoridades iraníes se hagan con la bomba atómica.
El informe del organismo de la ONU indica que Irán está construyendo un reactor de investigación que, según varios expertos occidentales, podría servir para crear material nuclear para una bomba, aunque no precisa si Teherán ha tomado dicha decisión.
Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado duras sanciones contra Irán, incluido un embargo de su petróleo, en un esfuerzo por persuadir a Teherán para que abandone su programa nuclear, que, según sospechan, está destinado a fabricar armas atómicas.
Sin embargo, Irán ha rechazado estas acusaciones y ha aseverado en reiteradas ocasiones que el programa nuclear tiene únicamente fines civiles pacíficos y que se enmarca dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).
El TNP, del que Irán es parte, establece entre otras cosas que, para evitar la proliferación, los países que ya cuentan con energía nuclear han de facilitarla a los países que no la tienen en caso de que estos decidan utilizar esta energía para fines pacíficos.