La ONU ve "alarmante" esta ejecución e insta a las autoridades iraníes a cumplir sus obligaciones internacionales
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Irán han ejecutado este miércoles a Arman Abdolali, un joven condenado por un asesinato que presuntamente cometió cuando tenía 17 años y cuyo caso había llamado la atención tanto de la ONU como de organizaciones como Amnistía Internacional, que reclamaban al menos una conmutación de la pena.
Abdolali fue detenido en 2014, acusado de matar a su novia. Según la prensa oficial iraní, ni la repetición del juicio ni el indulto solicitado por la familia del joven han prosperado, por lo que las autoridades procedieron a ahorcarlo este viernes a primera hora, informa la agencia Bloomberg.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos había pedido en octubre que Abdolali no fuese ejecutando, recordando que la aplicación de este tipo de penas sobre personas que cometieron delitos cuando aún eran menores de edad supone una violación del Derecho Internacional. Este miércoles, ha considerado "profundamente alarmante y preocupante" el ahorcamiento.
Una portavoz del Alto Comisionado, Liz Throssell, ha recordado en un comunicado que hay "serias dudas" también en torno al proceso judicial en sí, tanto por el desarrollo del juicio como por la sospecha de que pudo haber "confesiones forzadas". El propio Abdolali se había retractado de estas confesiones, alegando que había sido torturado.
La Unión Europea también ha condenado "en los términos más enérgicos" la ejecución del joven y ha incidido en que la pena de muerte para crímenes cometidos por personas cuando eran menores de edad contravienen las obligaciones internacionales comprometidas en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre los Derechos del Niño, de las que Irán forma parte.
En un comunicado difundido por el Servicio de Acción Exterior de la UE, la UE ha reiterado que se opone "enérgicamente" a la pena de muerte "en todos los casos y en todas las circunstancias", al tiempo que ha aseverado que se trata de un castigo "cruel e inhumano" que no sirve para prevenir los crímenes y representa una negación "inaceptable" de la integridad y la dignidad humanas.
Por último, ha pedido a Irán "abstenerse de llevar a cabo cualquier ejecución futura" y trabajar por una política "consistente" que conduzca a la abolición de la pena de muerte.
Amnistía Internacional, por su parte, ya había alertado de que la ejecución podría llegar en cualquier momento, después de que hubiese estado programada en varias ocasiones, la primera de ellas en enero de 2020. La ONG atribuyó los sucesivos aplazamientos a las quejas expresadas por la comunidad internacional.
Irán ejecutó en 2020 al menos a 46 personas, entre las cuales había al menos tres que tenían menos de 18 años en el momento en que presuntamente cometieron el crimen. Este mismo año, fue ejecutado Sajad Sanjari, un joven que tenía quince años en el momento del presunto crimen, y según la ONU, hay más de 85 personas en el corredor de la muerte.
