WASHINGTON, 17 Ago. (EP/AP) -
Estados Unidos intentará acelerar sus gestiones desde principios de septiembre para que la ONU imponga sanciones a Irán por negarse a suspender su programa de enriquecimiento de uranio, según afirmó hoy el subsecretario de Estado, Nicholas Burns.
"Será una sanción bien merecida", declaró Burns durante una rueda de prensa. "No es ningún misterio para los iraníes lo que va a suceder", señaló. Burns, que compareció junto al segundo portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey, no especificó qué forma adoptaría este castigo. "Existe muchas posibles acciones que considerar", indicó Casey, quien también expresó que "la comunidad internacional se ha comprometido a avanzar en este tema".
"Tenemos varias preocupaciones, y sin duda su programa nuclear es una de ellas", explicó Casey. Además, añadió que Irán apoya el terrorismo tanto de Hezbolá como de otras organización y juega un papel desestabilizador en Oriente Próximo.
El Consejo de Seguridad de la ONU ya ha expresado que Irán podría enfrentarse a sanciones si no suspende el enriquecimiento de uranio, un paso clave en la elaboración de armamento nuclear. Irán tiene de plazo hasta fin de mes para responder oficialmente a Naciones Unidas.
Por otra parte, Irán ha afirmado que responderá el próximo martes a la última oferta conjunta de Estados Unidos y la Unión Europea, que incluye el suministro de energía nuclear estadounidense para uso civil.
La amenaza forma parte de la creciente ofensiva diplomática estadounidense contra Irán. "Queremos dar a los iraníes la oportunidad de aceptar esta última oportunidad que hemos puesto sobre la mesa", expuso Casey.
Irán rechaza las acusaciones sobre su supuesto programa nuclear con fines militares e insiste que sus experimentos son de naturaleza civil.
Burns, el principal mediador diplomático estadounidense durante el conflicto de Líbano entre Israel y Hezbolá, también apuntó que Irán ha despertado recelos entre los países árabes y otros estados por sus intenciones. "Existe una preocupación creciente con respecto a la política de un país que flexiona sus músculos", comentó; "Irán quiere convertirse en la potencia regional".
Burns atribuyó a Irán y Siria, principales valedores de la milicia chií libanesa, la "responsabilidad de respetar la paz". Con respecto a la fuerza de interposición que prepara la ONU, Burns destacó que será fuerte y estará fuertemente armada. A pesar de que la fuerza no desarmará a Hezbolá --explicó que esta es una tarea del Gobierno libanés-- impedirá que la milicia chií reconstruya sus fortificaciones en la frontera con Israel, aseguró.